Julieta Silva: “Voy a comerte el hígado y los riñones a vos y a tu hija. Las voy a dejar en la calle”
Julieta Silva, conocida por el caso que en 2017 terminó con la muerte de su novio, el rugbier Genaro Fortunato, vuelve a estar involucrada en un expediente judicial. Ahora, su esposo, Lucas Giménez, la denunció por privación ilegítima de la libertad, alegando que en varias oportunidades lo habría mantenido encerrado en la vivienda que compartían, en ocasiones durante horas y hasta toda la noche.

El fiscal de San Rafael, Fabricio Sidoti, imputó a Silva por este delito agravado por el vínculo. La causa se originó el 12 de julio, cuando Giménez aseguró que ella lo agredió en el rostro durante una discusión. Inicialmente, la denuncia fue por lesiones leves agravadas y desobediencia, pero luego se sumaron las nuevas acusaciones.
Silva, quien permanece con arresto domiciliario y tobillera electrónica, minimizó el hecho en declaraciones televisivas: “Fue solo una discusión, pero mi nombre pesa. Eso es todo lo que voy a decir”. No hizo referencia a las lesiones registradas en su pareja ni a la denuncia que ella misma presentó contra él ante la Unidad Fiscal de Violencia de Género.

A estas imputaciones se suma otra denuncia, radicada en diciembre por la ex esposa de Giménez. Según su relato, Silva la amenazó a ella y a su hija con frases como: “Voy a comerte el hígado y los riñones a vos y a tu hija. Las voy a dejar en la calle”. La fiscalía también investiga que el 16 de julio Silva habría violado una orden de restricción al comunicarse tanto con Giménez como con la niña, configurando el delito de desobediencia.
Tras esta denuncia, Silva fue alojada en una cárcel de San Rafael, pero pocos días después el juez Claudio Daniel Gil volvió a concederle el beneficio de la prisión domiciliaria, medida que se mantiene mientras avanza la investigación.
Silva ya había sido condenada en 2018 a tres años y nueve meses de prisión por homicidio culposo, luego de atropellar a Fortunato a la salida de un boliche en San Rafael, la madrugada del 9 de septiembre de 2017. Aunque la fiscalía sostenía que se trató de un hecho intencional, la Justicia determinó que no hubo intención de matar y le otorgó prisión domiciliaria por ser madre de dos hijos pequeños, decisión que en su momento generó controversia.
Cumplida esa condena, rehízo su vida y se casó con Giménez. Hoy, enfrenta un nuevo proceso que podría derivar en otra sentencia y volver a poner bajo la lupa su pasado y las decisiones judiciales que la beneficiaron.



