Los jueces Ercolini y Taiano, a cargo de la causa de Alberto Nisman, afirman que se trató de un asesinato.
A 10 años de la muerte de Alberto Nisman, que había denunciado a Cristina Kirchner y al excanciller Héctor Timerman,en el marco del atentado a la AMIA, la Justicia refuerza la hipótesis de asesinato.
Un nuevo peritaje a cargo de Gendarmería Nacional, determinó que “habrían participado terceras personas ajenas a la víctima, que además intentaron simular su suicidio”. Con esta hipótesis, la Justicia sostiene que se trata de un asesinato.
“Los autores del homicidio -desconocidos hasta el momento- lograron exitosamente franquear el ingreso y el egreso del edificio al entrar y salir sin ser vistos, consumando la maniobra estudiada y poniendo en evidencia la precariedad del control privado”, expresó el juez Ercolini.
Por otra parte, para Taiano, el juez a cargo de la causa junto a Ercolini, asegura que los elementos probatorios permiten afirmar que “Nisman fue víctima de un homicidio” y que “su muerte estuvo motivada en su laboral en la UFI-AMIA”.
Las hijas de Alberto Nisman rompieron el silencio a 10 años del asesinato del fiscal
En una entrevista realizada por Diego Leuco en Resumido, el noticiero del canal de streaming Luzu TV, las jóvenes recordaron el fatídico 18 de enero de 2015, cuando la noticia de la muerte de su padre cambió sus vidas para siempre.
Por entonces, Iara tenía 15 años y había viajado junto a su papá por su cumpleaños. Sin embargo, las vacaciones se interrumpieron abruptamente cuando Nisman decidió regresar a Buenos Aires por la urgencia de presentar la denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Antes de irnos al próximo destino, él se larga a llorar y me dice que nos volvemos a Buenos Aires juntos porque tenía que presentar la denuncia. Me dio explicaciones, pero en ese momento no entendí mucho”, recordó Iara, quien hoy es arquitecta.
Por su parte, Kala, de tan solo 8 años en ese entonces, compartió su memoria de esa noche: “Estábamos en París con mi mamá y mi hermana. Me desperté y vi a mamá e Iara llorando. Era todo muy confuso”.
Ambas jóvenes coinciden en que su papá fue asesinado y no dudan de esta verdad: “Nunca en nuestra familia nadie dudó de que haya sido un asesinato”, aseguraron.
Aunque en los primeros años después del hecho Kala soñaba con estudiar abogacía para investigar la verdad, con el tiempo, gracias al apoyo de su madre, la jueza Sandra Arroyo Salgado, decidió enfocarse en recordar a su papá desde otro lugar: “Mi mamá me enseñó a no darle importancia a lo que pasó, sino a recordarlo con fotos y las cosas que guardo de él”.
Iara, por su parte, expresó: “Yo sé lo que necesito saber. Todo lo demás es seguir con el dolor y la angustia. Creo que lo que papá hubiese querido es que sigamos adelante con nuestras vidas”.
Tanto Iara como Kala definieron a su padre como un héroe, destacando la importancia de su trabajo en la causa AMIA: “Lo que él investigó, hoy se está probando”.