La Conferencia Episcopal Italiana publicó ciertas normas que deben cumplir los homosexuales para poder ser sacerdotes de la Iglesia.
En las últimas horas, la Iglesia italiana anunció que los jóvenes homosexuales pueden convertirse en sacerdotes, pero si cumplen con algunas normas, publicadas por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y aprobadas por el Vaticano que entraron en vigencia desde el jueves.
“En cuanto a las personas con tendencias homosexuales que se orientan hacia el seminario o descubren tal situación durante su formación, la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario o en el sacerdocio a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay”, expresaron.
“En el proceso de formación, cuando se haga referencia a tendencias homosexuales. El objetivo de la formación del candidato al sacerdocio en el ámbito afectivo-sexual es la capacidad de acoger como un don, elegir libremente y vivir responsablemente la castidad en el celibato”, agregaron en el texto publicado en el sitio web de la CEI.
El comentario del Papa Francisco para los homosexuales
Durante el 2024, el Papa Francisco utilizó dos veces un término vulgar e insultante hacia los homosexuales, aconsejando que si desean ser sacerdotes, acudir a un “psicólogo”.
En junio pasado, durante un encuentro privado con 200 sacerdotes en la universidad Pontificia Salesiana de Roma, el Sumo Pontífice usó el término “frociaggine”, perteneciente al dialecto de Roma, que significa “maricón” en romano.
“En el Vaticano hay un ambiente de ‘frociaggine’. Los gays son buenos chicos, y buscan al Señor. Pero es mejor orientarlos hacia un buen padre espiritual, hacia un psicólogo”, fue el textual que utilizó Francisco, según la agencia de noticias italiana ANSA.
El mensaje del Papa Francisco a los jóvenes
En un mensaje dirigido exclusivamente a jóvenes que entrarán al mundo laboral, el Papa Francisco les aconsejó que no se “dobleguen ante peticiones que los humillen o les causen malestar, ante formas de proceder y exigencias que manchen su autenticidad”.
Allí, el Santo Padre instó a las nuevas generaciones a no ceder a contextos profesionales “contaminados”, donde es normal “hacer que todo salga bien”, “sólo para obtener “prestigio social” o “dinero”.
De este modo, apuntó contra lo que considera la fría “actuación” de las máquinas, remarcando que siempre deberán estar acompañadas de la creatividad y la “imaginación” humanas.
“Quizás el trabajo os ha parecido hasta ahora un problema de adultos. Como anciano obispo de Roma, quisiera decirles: ¡no es así! Estamos hechos para la luz, para el aire libre. Así, una vez superada la adolescencia, el escenario del mundo se abre ante vosotros. Puede parecer abarrotado y distraído cuando lleguen, pero es porque aún falta tu aporte”, consideró el sumo Pontífice.
“El corazón busca amistades, piensa sin aislarse, se calienta identificándose. El corazón puede ser flexible y generoso. Sabe renunciar a algo, pero persiguiendo el ideal. Sabe fijarse objetivos, pero presta atención a cómo se consiguen”, destacó Francisco en otro tramo de su mensaje a la juventud.