Además reveló que en Argentina, el 65,5% de los niños vive en situación de pobreza, mientras que el 19,2% enfrenta pobreza extrema.
La pobreza en Argentina afecta al 49,9% de la población, lo que equivale a aproximadamente 23 millones de personas, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA). Si bien esta cifra representa una mejora respecto al pico registrado a principios de 2024, aún se encuentra por encima de los niveles del año anterior.
Durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei, el ajuste económico llevó la pobreza al 55% de la población, desde el 44,7% de fines de 2023. Sin embargo, el indicador mostró una reversión en el segundo trimestre y descendió al 49,9% en el tercer trimestre de este año. En paralelo, la indigencia creció del 11,9% en 2023 al 12,9% en el mismo período.
El informe destacó que el 29,4% de los hogares redujo el gasto en medicamentos, el 29,9% no pudo pagar tasas o impuestos, y el 27,1% dejó de abonar servicios. Agustín Salvia, director del Observatorio, señaló: “Lo que estamos sufriendo hoy no es sólo el efecto de una política de ajuste, sino el agotamiento de un ciclo económico que tiene más de 20 años”. Añadió que, si bien las políticas del actual gobierno eran necesarias, “se implementaron a un ritmo muy acelerado y con alto costo inmediato”, aunque “el impacto regresivo fue menor de lo esperado”.
Salvia también destacó que la caída de la pobreza está asociada a factores estadísticos, como la desaceleración de la inflación y el mantenimiento del empleo, aunque subrayó que “creció la informalidad y el subempleo”. Además, explicó que “la baja de la pobreza no necesariamente se traduce en mayores niveles de consumo, debido al aumento del gasto en servicios esenciales”.
Pobreza infantil y asistencia estatal
La pobreza infantil muestra cifras alarmantes: el 65,5% de los niños viven en pobreza y el 19,2% en indigencia, según el informe. Salvia afirmó que “hay una desinversión generacional; en 2011-2012, el 40% de los niños eran pobres, y hoy ese número asciende al 65,5%”. Los datos revelan un aumento de la pobreza extrema en los sectores más vulnerables, mientras que el 36,3% de los hogares en áreas urbanas reciben algún tipo de asistencia estatal.
El informe advierte que, sin programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y otras ayudas, la pobreza se elevaría al 55,4% y la indigencia al 23,2%. Salvia subrayó que “buena parte del problema está en la estructura ocupacional. Argentina no genera buenos empleos”.
El mercado laboral enfrenta un deterioro significativo: el subempleo inestable afecta al 23,6% de la población económicamente activa, mientras que sólo el 40% tiene empleos formales con plenos derechos. Este deterioro contribuye a que el 35,3% de los trabajadores se encuentre por debajo de la línea de pobreza.
El Observatorio instó a implementar políticas que promuevan la inversión, la incorporación de tecnologías, y la creación de empleos de calidad. “No solo hay que estabilizar la macroeconomía, sino también proyectar un desarrollo con mayor productividad e inclusión social”, enfatizó el informe.
Salvia expresó cierto optimismo: “La tendencia de la pobreza es a la baja; es de esperar que el Gobierno cierre el año con cifras mejores que el último trimestre del año pasado”. Sin embargo, advirtió sobre problemas estructurales: “La sociedad argentina tenía reservas que amortiguaron el impacto de la crisis, pero el futuro sigue siendo incierto”.