Se trata de un fenómeno normal y predecible desde la física. La respuesta de especialistas sobre los factores que llevan a modificar el aspecto del agua.
Es común ver un vaso de agua en reposo y notar que, con el tiempo, pequeñas burbujas de aire comienzan a aparecer y a adherirse a las paredes del vaso. Para algunos, estas burbujas son un mal augurio, señal de energías negativas en el hogar, sin embargo, para la ciencia, este fenómeno tiene una explicación lógica y natural. Según explicó el meteorólogo Rick Watling, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), a la revista especializada Scientific American, la formación de burbujas responde a factores físicos como la temperatura y la presión atmosférica, y no a causas paranormales o espirituales. Comprender estos factores y conocer cómo chequear la calidad del agua antes de consumirla es clave para desmitificar y asegurar lo que consumimos diariamente.
Uno por uno, los motivos por los que pueden aparecer burbujas en un vaso de agua
Las burbujas en el agua son un fenómeno completamente normal y predecible desde la física. El agua contiene gases disueltos como oxígeno y nitrógeno, cuya solubilidad depende de variables como la temperatura y la presión. “Así, la cantidad de gas disuelto depende de la temperatura del agua y la presión atmosférica en la interfase aire/agua,” explica Watling. Esta combinación determina cuánto gas permanece disuelto en el líquido.
- Efecto de la temperatura: cuando el agua se encuentra a baja temperatura, puede retener mayor cantidad de gases. Por eso, el agua fría de la canilla suele tener más oxígeno y nitrógeno en disolución. Sin embargo, cuando esta agua fría se deja en reposo en un ambiente cálido, comienza a calentarse y pierde parte de su capacidad para retener esos gases. Como resultado, los gases se liberan en forma de burbujas que se adhieren a las paredes del vaso.
- Cambio en la presión atmosférica: si la presión atmosférica disminuye a medida que el agua se calienta, las moléculas de gas atrapadas se ven forzadas a escapar y a adherirse a la interfaz aire/agua en el vaso. Watling señala que este desequilibrio en el sistema impulsa a las burbujas de gas a acumularse en el vaso de agua en reposo.
- Imperfecciones en el cristal del vaso: las burbujas también encuentran puntos de anclaje en las pequeñas irregularidades del vidrio, que, aunque parezca liso a simple vista, contiene pequeñas imperfecciones. Esto crea las condiciones ideales para que las burbujas se formen y permanezcan adheridas al vaso, incrementando su visibilidad.
- Variación en el sabor: la percepción de cambios en el sabor del agua está ligada a la pérdida de oxígeno disuelto. Según el principio del famoso químico francés Henry Le Chatelier, cada vez que el sistema experimenta una alteración en variables como la temperatura o la presión, el equilibrio del sistema se ajusta, generando un nuevo estado de equilibrio. En el caso del agua, la pérdida de gases contribuye a un cambio en el sabor, percibido al consumir agua que ha permanecido en reposo por un tiempo.
La calidad del agua es un tema fundamental que involucra distintos aspectos de su manejo y almacenamiento. Dejar agua en reposo en un vaso no suele afectar su seguridad, pero existen prácticas que pueden mejorar su sabor y asegurar su calidad.
- Limpieza de tanques y cañerías: en zonas urbanas, el agua de red se distribuye a través de cañerías que pueden acumular residuos. Por eso, es recomendable realizar análisis fisicoquímicos anuales y bacteriológicos semestrales si el agua se almacena en tanques. Esto permite identificar posibles contaminantes y asegurar que el tanque esté en condiciones óptimas.
- Evaporación del cloro: uno de los principales responsables del sabor característico del agua de red es el cloro, un químico utilizado para purificarla. Según BioChile, es posible eliminar parte del sabor a cloro, dejando el agua en reposo unos 20 minutos antes de consumirla, lo que permite que el cloro se evapore parcialmente.
- Saborización del agua: para mejorar el sabor, se pueden utilizar gotas de limón, rodajas de frutas o infusiones como el té, opciones recomendadas para hacer el agua más agradable al paladar sin necesidad de añadir azúcar o productos artificiales.
- Análisis de pozos o napas: en zonas rurales, el agua se extrae muchas veces de pozos subterráneos. Su calidad puede variar en función de la composición del suelo y la proximidad de industrias, por lo que se recomienda realizar análisis en laboratorios, según establece la Ley N°19.567 sobre la provisión de agua potable en Argentina.
A pesar de las creencias populares sobre la aparición de burbujas en el agua como signo de malas energías, la ciencia demuestra que este fenómeno es resultado de procesos físicos naturales. Además, tomar medidas preventivas y simples de mantenimiento permite disfrutar de agua segura y de buena calidad, desterrando mitos y asegurando el bienestar en el hogar.
Fuente: Infobae