La administración de Javier Milei está evaluando un proyecto para permitir que ciudadanos argentinos compren vehículos nuevos en ciertos mercados internacionales, importándolos directamente sin intermediarios locales.
Esta desregulación, que busca habilitar la importación de autos 0 km por particulares y no solo a través de concesionarios oficiales, promete ser una opción interesante, aunque con desafíos en temas de servicio técnico y disponibilidad de repuestos.
Un importador local señaló que esta apertura podría ser positiva, aunque también recalcó que los compradores deberían ser conscientes de las implicaciones. "Es una buena idea en teoría, pero traer un auto que no se fabrica aquí puede implicar problemas técnicos que muchos no consideran en esta etapa inicial", comentó el empresario.
Desde el sector de los importadores, si bien se percibe cierto interés en esta medida, no creen que afecte significativamente sus operaciones. "Los casos de importación particular no van a ser masivos, pero podrían causar inconvenientes si quienes importen vehículos sin representación local solicitan nuestra ayuda para resolver problemas técnicos", agregó otro importador.
Por su parte, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, adelantó que se buscará simplificar el proceso de registro y que se habilitarán vehículos autorizados en mercados como Estados Unidos y Europa. Esto permitiría, por ejemplo, la llegada de marcas exclusivas como Tesla o Rolls-Royce, que actualmente no tienen presencia oficial en Argentina.
Ventajas y desafíos de la medida
Entre las ventajas, quienes opten por esta modalidad podrán acceder a modelos de mercados homologados sin restricciones adicionales. Además, adquirir un auto en países vecinos, como Chile, podría reducir los costos de transporte y facilitar el acceso a repuestos.
Sin embargo, uno de los desafíos es el costo de importación desde países lejanos. Traer un solo vehículo en barco es costoso y requiere experiencia en los trámites de aduana. Además, algunos modelos podrían no cumplir con las normas de seguridad locales, lo que plantea interrogantes sobre su homologación.
Otro aspecto es la falta de soporte técnico. Los importadores han expresado que no darán servicio o garantía a vehículos que no comercializan oficialmente, lo que podría dificultar el mantenimiento de estos autos en Argentina.
Finalmente, las aseguradoras también enfrentarán desafíos. Asegurar vehículos sin respaldo oficial en el país podría ser costoso, ya que la importación de repuestos en caso de un accidente podría hacer que el costo de reparación sea prohibitivo, llevando a una posible "destrucción total" del vehículo.
Este proyecto aún está en etapa de discusión, pero si se implementa, abriría una puerta a la adquisición de autos nuevos del exterior para uso personal en Argentina, brindando a los consumidores más opciones, aunque con responsabilidades adicionales.