El fin de semana pasado, en el marco de un partido entre la Azul Escuela de Futsal y Tenis Club, el padre de un jugador del primero de esos equipos perdió la cordura, ingresó a la cancha y delante del público agredió físicamente a uno de los árbitros del encuentro que debió ser internado.
Frente a eso, la Asociación Sanrafaelina de Futsal expulsó al club de esa entidad. Frente a eso, sus autoridades piden que se revea la situación, pues todos los jugadores se están viendo perjudicados por la actitud del padre de uno solo.
El papelón del hombre ocurrió el pasado sábado en las instalaciones del San Rafael Tenis Club, durante un juego de la categoría C-15 A. El árbitro de 18 años, Thiago Mulvihill, expulsó a un jugador poco antes de que terminara el encuentro, por lo que el violento “hincha” ingresó al campo de juego para golpear al réferi en el rostro, quien debido a la lesión tuvo que ser internado pues incluso perdió un diente. Independientemente de las medidas judiciales que decida tomar el joven agredido, la Asociación Sanrafaelina de Futsal castigó con firmeza a la Azul Escuela de Futsal y lo dio de baja en el torneo. Federico Peré, delegado del club al cual pertenecía el padre “enojado”, explicó en diálogo con La Ventana San Rafael que necesitan que la entidad revea la situación y la sanción tomada. “La solicitud es que se realice una revisión sobre la sanción aplicada, ya que es completamente arbitraria y excluyente del resto de los participantes del club. Nosotros contamos con 209 jugadores federados, pero tenemos más jugadores que por diferentes circunstancias no se han federado, pero vamos a trabajar sobre los 209, de los cuales más del 50% son menores de 18 años y los estaríamos excluyendo de la actividad deportiva (con lo que representa el deporte para un niño o para un adolescente)”, dijo.
Destacó que “es contradictoria” la expulsión del club, porque si el año que viene quisieran llamarse de otra forma, se presentan nuevamente los integrantes, con los jugadores y los mismos cuerpos técnicos y deberían ser admitidos. “No posee lógica, aunque sí estamos en contra de la violencia y la repudiamos de total manera. Nosotros la violencia la trabajamos en el club; fue un hecho aislado; es un papá; se da en un contexto donde –a diferencia del fútbol 11– no tiene cerco perimetral la cancha, entonces, ante una situación rápida como fue esta no podemos nosotros tener la velocidad para actuar sobre el hecho”, resaltó.
Desde el club enviaron un e-mail haciendo esta solicitud, pues ese es el canal comunicativo, ya que no se toman llamados, mensajes de texto u otras formas. No obstante, no han recibido una respuesta, más allá de que se solidarizaron con la terna arbitral y de ponerse “a disposición” para remediar la situación con lo que pudieran aportar. “No hubo respuesta al correo electrónico (fue un caso omiso)”, aclaró, pero añadió que utilizarán todos los medios formales posibles, medios de comunicación o lo que sea necesario para poder regresar a la Asociación.