El blanqueo de capitales impulsado por el Gobierno nacional ha llevado a los especialistas a ajustar sus previsiones económicas, apuntando a que el dólar y la inflación terminarán el 2024 en niveles más moderados.
Este fenómeno, conocido como "veranito financiero", ha generado una desaceleración en los precios y expectativas más controladas sobre la divisa estadounidense, según el informe más reciente de LatinFocus Consensus Forecast.
Inflación con pronóstico a la baja
Los economistas revisaron sus proyecciones de inflación, motivados por el enfoque del Gobierno en mantener un superávit fiscal y la política del Banco Central de ajustar el tipo de cambio oficial en un 2% mensual. LatinFocus prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerrará el año con un incremento del 131,4% interanual, lo que supone una reducción de 10,3 puntos porcentuales frente a informes anteriores.
A pesar de la disminución en los aranceles de importación, la inflación sigue siendo elevada. Sin embargo, la moderación en los precios de algunos sectores y una demanda más controlada han permitido revisar las estimaciones. Por ejemplo, Quantum Finanzas y Econométrica proyectan que la inflación podría cerrar entre el 116% y el 117%.
Proyecciones para el dólar
El dólar también es un actor central en este escenario. Los consultores prevén que el tipo de cambio oficial mayorista terminará el año en $1135,3, una cifra revisada a la baja en comparación con previsiones anteriores.
En cuanto al dólar paralelo, que hoy se ubica cerca de los $979, se estima que llegará a $1311 para finales de 2024. Este ajuste en las proyecciones del tipo de cambio responde a la prudencia del Gobierno en mantener el control sobre el mercado cambiario y evitar una flexibilización del cepo, lo que ha limitado las expectativas de devaluación.
Perspectivas económicas para lo que resta del año
A pesar de estas medidas, la actividad económica sigue en declive. LatinFocus proyecta una contracción del Producto Bruto Interno (PBI) del 3,6% para 2024, aunque se anticipa una recuperación del 3,4% en 2025, impulsada por un aumento en el consumo y la producción. Sectores como el energético y el agrícola han mostrado señales de recuperación en los últimos meses.
Aunque las previsiones son más optimistas, la inflación elevada y la depreciación del peso seguirán afectando la economía argentina durante el resto del año. Sin embargo, un crecimiento en los salarios reales podría aliviar el consumo y reactivar la actividad económica en la segunda mitad de 2024.