El ex intendente de San Rafael, Emir Félix, emerge como la figura más probable para asumir la presidencia del Partido Justicialista (PJ) en Mendoza, en un momento crítico para el peronismo provincial.
La semana próxima está programado el cierre de listas para renovar la conducción del partido, y Félix cuenta con un amplio apoyo dentro de las filas justicialistas.
Tras haber quedado en tercer lugar en las últimas elecciones, el PJ mendocino enfrenta una profunda crisis de identidad y representatividad. La falta de un proyecto provincial claro, las gestiones fallidas y la dependencia del kirchnerismo han llevado al partido a un estancamiento. En este contexto, la posibilidad del retorno de Cristina Kirchner al liderazgo nacional del PJ genera preocupación entre ciertos sectores, complicando aún más el panorama.
A pesar de las dificultades internas, con facciones que desconfían entre sí, hay un consenso mayoritario de que Félix, conocido por su trayectoria como intendente y su capacidad de liderazgo, es la opción más viable para revitalizar el partido. Aunque recientemente apareció el nombre de Lautaro Cruciani, líder del Movimiento Evita, todos los indicios apuntan a que será el sanrafaelino quien finalmente tome las riendas del justicialismo mendocino.
El desafío para Félix no será menor. Deberá unir a un partido fragmentado por diferencias ideológicas y personales, entre camporistas, cirquistas e intendentes, bajo el lema "nadie sobra". Su misión será diseñar una nueva estrategia que devuelva al PJ su relevancia electoral en Mendoza y lo prepare para los próximos desafíos políticos.
Con este posible liderazgo, Emir Félix podría marcar un punto de inflexión en la historia reciente del peronismo mendocino, devolviéndole el protagonismo que alguna vez tuvo en la política provincial.