El grave hecho ocurrió en un colegio Salesiano de la provincia de Salta.
Una maestra, responsable de cuidar a niños de apenas 4 años, ha sido acusada de atar a los pequeños a sus sillas con elásticos y, en un incidente separado, de dejar a uno de ellos dormido en el micro escolar durante una excursión.
Padres visiblemente indignados relatan cómo sus hijos describieron con inocencia las "cintas de bebé" que la maestra usaba para inmovilizarlos. "Es impensable que alguien pueda hacerle daño a un niño tan pequeño", expresó una madre, aun profundamente afectada por lo sucedido.
La escuela, al conocer la gravedad de las acusaciones, actuó de inmediato apartando a la docente y realizando una investigación interna. Los hallazgos confirmaron las acusaciones: se encontraron los elásticos usados para atar a los niños, corroborando los escalofriantes testimonios.
Pero el maltrato no se limitó a los elásticos. Durante una excursión escolar, la maestra dejó a un niño dormido en el último asiento del micro escolar y no se percató de su ausencia hasta el regreso al colegio.
Los directivos informaron el incidente a la Dirección de Primera Infancia, Niñez y Familia de Salta, así como a la supervisora de Núcleo y al director general de Educación Privada. Aunque se decidió desvincular a la docente, se argumentó que el hecho no constituía un delito penalmente tipificado, pero sí podría ser considerado como una "restricción al derecho de libertad ambulatoria del niño".
Este caso plantea preguntas inquietantes sobre las motivaciones detrás de los actos de la maestra. Expertos en psicología infantil sugieren que el maltrato puede derivar de problemas emocionales de la persona responsable o de una formación inadecuada. Es crucial llevar a cabo una evaluación exhaustiva para comprender los factores que llevaron a este comportamiento.
El caso ha generado no solo indignación, sino también un llamado urgente para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños en las instituciones educativas. Los padres están considerando iniciar acciones legales contra el colegio y la maestra, buscando justicia para sus hijos.
Las repercusiones de estas experiencias pueden ser devastadoras para los niños, afectando su desarrollo emocional y psicológico a largo plazo. Es esencial implementar medidas preventivas y ofrecer el apoyo necesario a las víctimas para evitar que situaciones similares se repitan.
