El Banco Central resolvió una importante medida que afectará a millones de usuarios de Mercado Pago.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha decidido modificar las reglas del juego financiero en favor de la billetera digital Mercado Pago, una medida que parece agravar la situación de quienes depositan su dinero en cuentas digitales.
La medida en cuestión deriva de la Comunicación "A" 8038, emitida recientemente por el BCRA. Esta disposición deroga la Comunicación "A" 7825, vigente desde el año pasado, que regulaba la compensación de saldos en cuentas digitales y limitaba la intermediación financiera de plataformas como Mercado Pago.
La eliminación de estas restricciones permite ahora a Mercado Pago realizar libremente intermediación financiera y colocaciones en fondos de inversión. Esto implica que la empresa puede captar depósitos del público, invertirlos en entidades financieras que ofrezcan el mejor rendimiento y, crucialmente, quedarse con las ganancias generadas por estas inversiones.
Anteriormente, los intereses acumulados en las cuentas de los usuarios eran transferidos a los mismos, proporcionando una pequeña pero importante compensación por mantener saldo en sus cuentas. Sin embargo, con la nueva normativa, esta ventaja desaparece, y las ganancias se concentran en las arcas de Mercado Pago.
Este cambio ha suscitado críticas significativas debido a la asimetría regulatoria. Mercado Pago, dirigida por Marcos Galperín, no está obligada a cumplir las estrictas normas que rigen a los bancos tradicionales bajo el BCRA. Esto le confiere una mayor flexibilidad operativa y la posibilidad de maximizar sus beneficios con menos restricciones.
La medida impacta directamente en los pequeños ahorristas, quienes ven cómo se esfuma la oportunidad de obtener algún rendimiento por sus saldos. Esta pérdida se traduce en un mayor riesgo asumido por los usuarios, que no reciben ningún beneficio adicional por la intermediación financiera realizada con su dinero.
En un contexto de pronunciada baja en las tasas de plazo fijo, esta nueva regulación añade una capa más de incertidumbre y descontento entre los ahorristas, que buscan alternativas para proteger y hacer crecer sus ahorros en un entorno económico cada vez más desafiante.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha decidido modificar las reglas del juego financiero en favor de la billetera digital Mercado Pago, una medida que parece agravar la situación de quienes depositan su dinero en cuentas digitales.
La medida en cuestión deriva de la Comunicación "A" 8038, emitida recientemente por el BCRA. Esta disposición deroga la Comunicación "A" 7825, vigente desde el año pasado, que regulaba la compensación de saldos en cuentas digitales y limitaba la intermediación financiera de plataformas como Mercado Pago.
La eliminación de estas restricciones permite ahora a Mercado Pago realizar libremente intermediación financiera y colocaciones en fondos de inversión. Esto implica que la empresa puede captar depósitos del público, invertirlos en entidades financieras que ofrezcan el mejor rendimiento y, crucialmente, quedarse con las ganancias generadas por estas inversiones.
Anteriormente, los intereses acumulados en las cuentas de los usuarios eran transferidos a los mismos, proporcionando una pequeña pero importante compensación por mantener saldo en sus cuentas. Sin embargo, con la nueva normativa, esta ventaja desaparece, y las ganancias se concentran en las arcas de Mercado Pago.
Este cambio ha suscitado críticas significativas debido a la asimetría regulatoria. Mercado Pago, dirigida por Marcos Galperín, no está obligada a cumplir las estrictas normas que rigen a los bancos tradicionales bajo el BCRA. Esto le confiere una mayor flexibilidad operativa y la posibilidad de maximizar sus beneficios con menos restricciones.
La medida impacta directamente en los pequeños ahorristas, quienes ven cómo se esfuma la oportunidad de obtener algún rendimiento por sus saldos. Esta pérdida se traduce en un mayor riesgo asumido por los usuarios, que no reciben ningún beneficio adicional por la intermediación financiera realizada con su dinero.
En un contexto de pronunciada baja en las tasas de plazo fijo, esta nueva regulación añade una capa más de incertidumbre y descontento entre los ahorristas, que buscan alternativas para proteger y hacer crecer sus ahorros en un entorno económico cada vez más desafiante.