El doctor Roberto Zaldivar volvió a estar incluido en la lista de la revista inglesa The Ophthalmologist.
“Arrojan luz sobre los temas y tendencias de vanguardia que están impulsando y moldeando la oftalmología hoy en día”, describe la Ophthalmologist Power List 2024. La lista elaborada por la revista inglesa The Ophthalmologist la integra una vez más el doctor Roberto Zaldivar, que ha sido elegido nuevamente entre los 100 oftalmólogos más influyentes del mundo, una selección que se configura por la votación entre pares.
Fundador del Instituto Zaldivar en Mendoza, Roberto Zaldivar es un médico oftalmólogo argentino y cirujano refractivo. La cirugía refractiva permite corregir problemas de refracción, como miopía, astigmatismo, hipermetropía, presbicia y cataratas.
Creador de distintas técnicas y diseños que hoy se utilizan en la práctica cotidiana, Zaldivar ha sido reconocido por sus aportes al tratamiento quirúrgico en el uso de láseres para corregir discapacidades visuales. Uno de esos aportes fue el desarrollo de una lente intraocular para el tratamiento de la miopía. La primera intervención en donde implantó la primera lente de colamer implantable del mundo la hizo en 1993 en su clínica en Mendoza. Y se convirtió en un referente mundial en el implante de lentes de contacto intraoculares.
“El lente intraocular de contacto que se implanta dentro del ojo sin necesidad de tocar o retirar el cristalino marcó un antes y un después en la oftalmología mundial por su capacidad de corregir grandes efectos ópticos, ya que es capaz de corregir hasta 20 dioptrías de miopía y seis dioptrías de astigmatismo”, explicaron desde el Instituto Zaldivar.
“En los últimos años, hubo un boom en la adopción de esta técnica por el gran crecimiento de casos de miopía en todo el mundo”, con unos dos millones de usuarios. “Actualmente, es la técnica más avanzada para tratar miopías elevadas”, agregaron.
También ha sido responsable del diseño de decenas de instrumentos utilizados en cirugía ocular. Zaldivar está al frente, con su hijo Roger Zaldivar, del instituto que fundó su padre en Mendoza hace seis décadas. No es la primera vez que está incluido en la lista de la revista inglesa The Ophtalmologist. Su nombre ya apareció como uno de los oftalmólogos más influyentes del mundo en 2018 y 2020.
Múltiples reconocimientos
Ha recibido múltiples reconocimientos por su trayectoria. Fue el primer profesional no norteamericano al que la Sociedad Estadounidense de Cataratas y y Cirugía Refractiva (Ascrs, por su nombre en inglés) le concedió en 2022 el Premio Roger Steinert, con el que destacan a quien “haya hecho contribuciones significativas a la cirugía refractiva”.
“Este premio representa un gran reconocimiento a la oftalmología argentina y latinoamericana. Ser valorado por contribuir con aportes que cambian la vida y la visión de las personas en todo el mundo es una gran satisfacción”, dijo el especialista en aquel momento.
En 2007, la técnica que se llama “bioptics” y fue desarrollada en 1996 por Zaldivar fue incluida en la selecta lista de los 17 avances científicos que marcaron un hito en la historia de la oftalmología mundial. El doctor Zaldivar, recibió la distinción como Cirujano Innovador durante el XX Congreso Alemán de Cirujanos Oftalmólogos elegido por un reconocido jurado internacional de la Sociedad Internacional de Cirugía Refractiva, la Sociedad Alemana de Oftalmología y la Asociación Estadounidense de Oftalmología.
“Escribir un término en medicina que perdure en los libros es muy inusual y si se da, ocurre una sola vez en la vida”, dijo en ese momento. “Los avances en oftalmología son técnicas capaces de perdurar en el tiempo y de gran impacto, lo que quiere decir que se utilizarán por lo menos durante 20 a 40 años”.
Bioptics es la técnica más utilizada en el mundo en los últimos años para la corrección de la hipermetropía y la miopía alta en personas menores de 40 años, combina la colocación de implantes intraoculares (lentes fáquicas) que se ubican con el cristalino en su lugar, más la corrección que aporta el uso del láser (Lasik). Ambos procedimientos se realizan con una separación de 30 días.
Fuente: La Nación