Tras someterse a nuevos estudios, la participante habló con sus compañeros sobre su estado de salud.
Luego, ante la atenta mirada de los concursantes, explicó por qué continuará normalmente su participación el reality: “No tengo que tratarlo si eso no crece. Todos los meses me tengo que sacar sangre para ver qué onda”.
Más allá de mostrarse tranquila, Furia aclaró que el panorama podría cambiar en el largo plazo. “Capaz a los cuarenta años me pegue el nivel tres y bueno, cagamos. Pregunté qué es lo que tengo que hacer y es lo que hago. Vida sana, que no fume tanto, porque ya saben lo que el cigarrillo hace. No puedo entrenar lo que entrenaba antes, o sea que no puedo ser atleta de alto rendimiento, pero sí puedo entrenar sin cagarme a palos como lo hacía”, enumeró.
“Me tengo que sacar sangre todos los meses, pero quédense tranquilos que estoy bien porque si no no estaría acá adentro. Me hubieran internado y ya no podría seguir en el juego. Mi idea es seguir adelante con todo esto que es mi vida, igual que la de todos ustedes. Todos cambiamos nuestra vida por esto. Así que no se preocupen”, añadió.
Además, aseguró que su participación en Gran Hermano no afectó su salud. “Que quede claro que este juego no hizo nada para que yo esté así, obvio. Yo creo que es por todo lo que me aguanté de mi familia. Es la bronca que tengo de cosas que no perdoné y que tengo que liberarme y sanar. Sacarme toda la mierda y soltar todo”, manifestó.
Después de que se especulara mucho sobre su estado de salud, Juliana “Furia” Scaglione dio a conocer cuál es su diagnóstico en una charla a corazón abierto con sus compañeros en Gran Hermano (Telefe). “Tengo leucemia. (...) es una ver..., pero que no tengo que andar de tratamiento y, por ende, como es nivel uno y no es en nivel cuatro, puedo seguir estando acá”, anunció y generó conmoción en la casa más famosa del país.
Luego, ante la atenta mirada de los concursantes, explicó por qué continuará normalmente su participación el reality: “No tengo que tratarlo si eso no crece. Todos los meses me tengo que sacar sangre para ver qué onda”.
Más allá de mostrarse tranquila, Furia aclaró que el panorama podría cambiar en el largo plazo. “Capaz a los cuarenta años me pegue el nivel tres y bueno, cagamos. Pregunté qué es lo que tengo que hacer y es lo que hago. Vida sana, que no fume tanto, porque ya saben lo que el cigarrillo hace. No puedo entrenar lo que entrenaba antes, o sea que no puedo ser atleta de alto rendimiento, pero sí puedo entrenar sin cagarme a palos como lo hacía”, enumeró.
“Me tengo que sacar sangre todos los meses, pero quédense tranquilos que estoy bien porque si no no estaría acá adentro. Me hubieran internado y ya no podría seguir en el juego. Mi idea es seguir adelante con todo esto que es mi vida, igual que la de todos ustedes. Todos cambiamos nuestra vida por esto. Así que no se preocupen”, añadió.
Además, aseguró que su participación en Gran Hermano no afectó su salud. “Que quede claro que este juego no hizo nada para que yo esté así, obvio. Yo creo que es por todo lo que me aguanté de mi familia. Es la bronca que tengo de cosas que no perdoné y que tengo que liberarme y sanar. Sacarme toda la mierda y soltar todo”, manifestó.