Se trata de los jóvenes de la reserva acusados a fines del año pasado de someter a una chica en un departamento de Ciudad, a la salida de un boliche. Un ADN los complicó e incumplieron con medidas impuestas por la fiscalía.
Los dos jugadores de fútbol de la reserva del Club Godoy Cruz Antonio Tomba denunciados en octubre del año pasado por abusar sexualmente de una joven quedaron detenidos entre el pasado jueves y viernes e iban a pasar a la cárcel en las próximas horas.La resolución del fiscal de la causa, Darío Nora, obedeció a los resultados de cotejos genéticos que los comprometían en la causa y a una serie de irregulares en el beneficio del mantenimiento de la libertad, situación que hizo conocer en el expediente la querella en representación de la víctima, a cargo de Pablo Cazabán y Juan Pablo Chales.
Uno de los jóvenes, de 20 años y domiciliado en calle 9 de Julio de Ciudad, se presentó el jueves a las 22.10 y fue alojado preventivamente en sede de Comisaría Tercera de Ciudad. El otro, de 19 años y con domicilio en calle Berutti de San Rafael, quedó detenido durante la madrugada del viernes en sede la Comisaría 44ª de Guaymallén, hasta tanto se defina en qué penitenciaría quedará alojado.
Por la información a la que accedió El Sol, ambos jóvenes continuaban jugando en las inferiores del Tomba y no habían sido separados del plantel.
Esto llegó a oídos de los investigadores judiciales, quienes analizaron su situación ante una serie de contradicciones con respecto a su domicilio. Es más, su situación que complicó cuando notificaron que habían vuelto a entrenar a comienzos del presente año y también solicitaron permiso para salir de la provincia para disputar una serie de encuentros con la institución a la que representan.
El martes 12 de este mes, el Ministerio Público tomó la decisión de revocar el mantenimiento de la libertad de los dos sospechosos. El mismo se había dispuesto porque, entendió en los primeros días de iniciadas las actuaciones, que no existía riesgo de fuga ni entorpecimiento de la instrucción. Sin embargo, con el paso de las semanas, la suma de riesgos procesales se incrementó por el caudal probatorio incorporado.
Primero se destacó que el análisis del resultado de ADN, el que determinó que los rastros de semen hallados en los hisopados practicados en los genitales y el pantalón de la denunciante, resultó positivo con ambos jóvenes. Asimismo, un médico forense explicó que no podía descartarse de manera categórica que una lesión que presentaba la chica en el brazo izquierdo tenga relación con el hecho investigado.
Además, tal como destacaron Cazabán y Chales en su presentación, ambos futbolistas no demostraron “no tener capacidad para asumir compromisos impuestos, ya que han incumplido las reglas de conducta oportunamente dispuestas y notificadas”.
Esto está relacionado directamente con la fijación de domicilio que hicieron ambos sospechosos cuando tomaron conocimiento de la acusación en su contra. Fuentes judiciales contaron que uno de ellos primero informó que vivía en un departamento de calle 9 de Julio de Ciudad y luego su abogado defensor puso en conocimiento que iba a residir en una casa de calle Jorge Newbery de San Rafael.
A raíz de esto, nació una contradicción porque la madre del denunciado contó que había cambiado de domicilio y que seguía viviendo en Ciudad. Las contradicciones fueron creciendo cuando se tomó conocimiento, por el representante legal, que “el mismo entrena periódicamente en el Club Antonio Tomba”, por lo que dedujeron que había mudado su residencia permanente al Gran Mendoza “sin aviso ni autorización del Ministerio Público”.
El otro fijó domicilio en calle Berutti de San Rafael. Sin embargo, este 7 de marzo se presentó espontáneamente en la Unidad Fiscal y manifestó que hacía dos meses que vivía en una propiedad de calle Los Claveles de Guaymallén y que había vuelto a entrenar, detallando que “rara vez viajaba al departamento de San Rafael”.
Como ambos imputados modificaron sus lugares de residencia sin autorización, el fiscal Nora, luego de recibir directivas de la jefa de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Daniela Chaler, entendió que debía revocarse el beneficio por incumplimiento de conducta.
Abuso denunciado a la salida de un boliche
Según los detalles judiciales, el abuso denunciado ocurrió la madrugada del pasado 20 de octubre, alrededor de las 6, después de que la joven y los dos sospechosos salieron de la discoteca Wish de Ciudad y se dirigieron al departamento de los jugadores, ubicado en la calle 9 de Julio de Ciudad.
La joven les había mencionado que necesitaba cambiarse de ropa porque tenían que ir a trabajar a esa zona. Sin embargo, los dos deportistas oriundos de San Rafael, tenían otros planes en mente.
Uno de ellos se acercó a ella y le pidió que se sentara cerca de él. Luego comenzó a besarla y a tocarla en varias partes del cuerpo. A pesar de las negativas de la joven, que les dijo “No chicos, no estoy para esto”, según la denuncia, continuaron con sus avances.
Con el paso del tiempo y a pesar de su resistencia, la denunciante afirmó que cerraron las cortinas del lugar y comenzaron a quitarle la ropa interior y a desabrocharle los pantalones “por la fuerza”.
La zoven denunció que fue objeto de acceso carnal y que en todo momento les dejó claro que no quería tener relaciones con ninguno de los dos. A pesar de esto, según su testimonio, continuaron agrediéndola y la obligaron a realizar acciones en contra de su voluntad.
Tras analizar las pruebas iniciales, el fiscal Nora calificó el hecho como abuso sexual agravado debido a la participación de dos personas.
Fuente: El Sol