En la que es una historia extraña y algo lamentable, Silvia Edith Bogado dialogó con La Ventana San Rafael, a fin de relatar una dura situación que ha estado viviendo primero en Neuquén y ahora en nuestro departamento, donde se siente perseguida por personas que la acusan de liderar una banda narcotraficante, de la cual asegura no formar parte.
Según relató la mujer, estaba en Neuquén y empezó a sentirse amenazada por algunas personas, por lo que decidió viajar a San Rafael a principios de diciembre pasado. “Venía disparada de gente, porque había gente que me perseguía”, señaló y agregó que algunos días antes le habían robado su teléfono celular, y poco después comenzó a circular viralmente por redes sociales un video que se refería a la supuesta muerte de su hijo, Jesús Alberto Campodónico (32). “Supuestamente, a él lo habían cortado, estaba muerto, y yo me vine con esa idea de que él estaba muerto, estaba mal, creo que en el colectivo también había gente que me seguía, hasta que llegué acá. Fui a una comisaría, hice la exposición pero no quedó en nada porque mi hijo había estado en contacto con uno de sus hermanos, y está vivo. Incluso se enojó conmigo mi hijo porque yo había ‘armado un problema’, pensando que él estaba muerto”, explicó y añadió querer que se esclarezca todo, porque incluso –lamentó– “llegaron a decir que yo era la que había matado a mi hijo, y yo no tengo nada que ver en nada”. Desde su punto de vista, es un mero video trucado pero sin sentido alguno.Por otra parte, criticó que se ha hecho otro video viral pero en relación a su persona, diciendo que es una “madrina narcotraficante”, “jefa de bandas narco”, cuando –aseguró– “yo no tengo un peso ni partido al medio, de casualidad que tengo una pensión nada más y que con eso me sustento, más las ventas ambulantes que hago de medias, cremas para hacer masajes, ropa interior de niños y grandes”. “Yo me separé de mi pareja y actualmente ando en la calle, pero me siguen persiguiendo, la gente por ahí me insulta, me mira mal, hablan de mí como ‘la vieja narco esa’, ‘la vieja esa que mató al hijo’, dicen un montón de cosas hirientes que me ponen mal, y hasta creo que atentan contra mí porque hay gente que me quiere matar. He recibido las amenazas verbalmente, y no sé el motivo”, informó. Al concurrir a hablar con la Policía por esos motivos, recordó que aquella primera exposición fue anulada, y sobre el resto le dijeron que “no se puede hacer nada”, porque es gente cualquiera y no sabe a quién denunciar. “Me dicen que ellos no pueden tomar esa clase de declaraciones, testimonios ni nada”, agregó.
Con total desesperación enfatizó: “Lo que quiero es que me dejen de perseguir, que nos dejen a todos porque incluso al padre de mis hijos lo han andado acorralando y le han dicho cosas. Quiero que se arreglen las cosas porque así no se puede. Incluso me quise volver a Neuquén y no me quisieron vender los pasajes, no sé por qué, cerraron las ventanillas de la terminal y no me vendieron”.