La Casa Rosada mete presión política al Congreso y advierte sobre una corrida cambiaria. Las dudas sobre el apoyo político al plan de reformas de Milei suma tensión en medio de las negociaciones con el FMI.
La Casa Rosada salió con los tapones de punta a presionar al Congreso para conseguir apoyo político a las reformas enviadas por el presidente Javier Milei a través de la Ley Bases de la Libertad de los Argentinos, más conocida como Ley ómnibus, que este martes empezaba a ser debatida en comisiones en la Cámara de Diputados, en medio de tensas negociaciones por la renegociación del acuerdo por la deuda con el FMI.
El clima de nerviosismo que se vive por estas horas en la Casa Rosada se reflejó en la conferencia de prensa del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien salió este martes, al finalizar la reunión de Gabinete encabezada por Milei en el Salón Eva Perón del primer piso, cuyos ventanales dan a la Plaza de Mayo.
La Casa Rosada anticipó que cada ministro volverá a defender el paquete de medidas bajo el argumento que es en "cumplimiento de las promesas de campaña y el apoyo electoral del 56%" de la sociedad que votó a Milei en el balotaje y atribuyó a las dudas sobre el apoyo político al paquete de reformas, el clima de tensión cambiaria y financiera que en los últimos días llevaba al dólar financiero (CCL) una corrida de 900 a 1200 pesos con el agregado de una nueva suba del dólar Blue.
Adorni, se presentó como la "única voz oficial de Milei" y salió con los tapones de punta a marcar la dura posición del Gobierno ante las críticas de la oposición, y reclamó "sentido común y apoyo político".
Insistió en sostener que "la esencia de la Ley Bases no se negocia" en un rechazo a las habituales negociaciones políticas que en democracia se suelen dar en los parlamentos republicanos, pero dejó una ventana abierta, como lo hacen algunos de los ministros clave del ala moderada del Gobierno, como Guillermo Francos, de Interior, que ante quejas de gobernadores terminó negociando modificaciones puntuales en algunos artículos.
"En la reunión de gabinete se habló de todo" dijo una fuente cercana a Milei que ratificó a los ministros que fueron designados para ir a explicar los puntos concretos de las reformas a las comisiones desde hoy.
Con sus polémicos 664 artículos con todo tipo de reformas económicas, electorales, impositivas, civiles, comerciales y penales, cerca de Milei se envalentonan diciendo que "va a salir por sentido común".
En el Gobierno confían que más allá de las discusiones, contarán con el apoyo político de eventuales aliados provinciales, del PRO y de la UCR si se aceptan algunas modificaciones.
Entre los que asistirán a Diputados a explicar la reforma del Estado se destacan el secretario de Energía, Eduardo Chirillo y el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona. Lo seguirán en los próximos días los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich (por el protocolo antipiquetes y reformas al Código civil y Penal); el de Interior, Guillermo Francos (tuvo a su cargo negociaciones con gobernadores por modificaciones en las leyes de pesca y biocombustibles, pero también la reforma electoral), el de Infraestructura, Guillermo Ferraro, la de Capital humano, Sandra Pettovello y el Procurador del General del Tesoro y jefe de abogados del Gobierno, Rodolfo Barra.
La estrategia del Gobierno es, según demostró una vez más el vocero Adorni, sostener un discurso duro, pero a la vez, acceder a aceptar modificaciones en puntos concretos, que podrían conseguir votos de legisladores de la oposición, que cuestionan la delegación de facultades especiales al presidente en materia legislativa, pero que aceptarían las reformas económicas e impositivas que le interesan al Gobierno.
La presencia de la primera misión del FMI que el lunes tuvo su primera reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo y con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse en la Casa Rosada, generaba más tensión en la previa del debate parlamentario.
El Fondo mira atento el grado de apoyo político que tendrán las reformas planteadas por Milei y la posibilidad de concretar las metas planteadas en la renegociación de la deuda y variables clave como el déficit fiscal cero, poner un freno a la inflación y el ordenamiento del mercado financiero y cambiario.
Todo en medio de rumores de una nueva e inminente devaluación que Adorni salió a desmentir y atribuyó a las dudas que generan los amparos contra el DNU y la oposición.
Reunión de Gabinete con una ausencia especial: la vicepresidenta Victoria Villarruel
En la nueva etapa del Gobierno, luego de la mudanza del presidente Javier Milei el lunes a la noche a la residencia de Olivos, el Gobierno inició un nuevo ritmo de gestión que dejará por ahora las reuniones de gabinete diarias en la Casa Rosada a hacerlas solo dos veces por semana, los días martes y jueves. Aunque todo puede cambiar, según el ánimo y las necesidades de Milei y la evolución del Gobierno y sus reformas.
Estuvieron todos los ministros, Milei, más el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, encargado de llevar la estrategia del Gobierno al Congreso.
Pero faltó una figura que hasta ahora era invitada y asistía igual que todos los ministros. La vicepresidenta Victoria Villarruel faltó a la última reunión de gabinete antes del debate del DNU y la mega ley, porque "se encontraba descompuesta", dijeron fuentes cercanas a la jefa del Senado consultadas por este portal.
Sin embargo, las fuentes desmintieron los rumores que vinculaban a Villarruel con supuestos encuentros secretos con el expresidente y líder del PRO, Mauricio Macri, en Cumelén, Río Negro. Nunca tuvo diálogo directo con Macri, el canal de ese diálogo siempre fue Milei. Ella habla directamente con los senadores del PRO, con el jefe del bloque, en busca de consensos para las leyes y el DNU, agregaron.
Villarruel se tomó el día y suspendió toda su agenda por cuestiones de salud, dijeron las fuentes del Senado consultadas por A24.com.
Atribuyeron a una operación de usinas kirchneristas los rumores que hablaban de un supuesto acuerdo entre Macri y Villarruel. Cerca de Milei, Adorni echó por tierra la posibilidad de que la ley no salga del Congreso: "no trabajamos sobre esa hipótesis", afirmó el vocero presidencial. // A24
La Casa Rosada salió con los tapones de punta a presionar al Congreso para conseguir apoyo político a las reformas enviadas por el presidente Javier Milei a través de la Ley Bases de la Libertad de los Argentinos, más conocida como Ley ómnibus, que este martes empezaba a ser debatida en comisiones en la Cámara de Diputados, en medio de tensas negociaciones por la renegociación del acuerdo por la deuda con el FMI.
El clima de nerviosismo que se vive por estas horas en la Casa Rosada se reflejó en la conferencia de prensa del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien salió este martes, al finalizar la reunión de Gabinete encabezada por Milei en el Salón Eva Perón del primer piso, cuyos ventanales dan a la Plaza de Mayo.
La Casa Rosada anticipó que cada ministro volverá a defender el paquete de medidas bajo el argumento que es en "cumplimiento de las promesas de campaña y el apoyo electoral del 56%" de la sociedad que votó a Milei en el balotaje y atribuyó a las dudas sobre el apoyo político al paquete de reformas, el clima de tensión cambiaria y financiera que en los últimos días llevaba al dólar financiero (CCL) una corrida de 900 a 1200 pesos con el agregado de una nueva suba del dólar Blue.
Adorni, se presentó como la "única voz oficial de Milei" y salió con los tapones de punta a marcar la dura posición del Gobierno ante las críticas de la oposición, y reclamó "sentido común y apoyo político".
Insistió en sostener que "la esencia de la Ley Bases no se negocia" en un rechazo a las habituales negociaciones políticas que en democracia se suelen dar en los parlamentos republicanos, pero dejó una ventana abierta, como lo hacen algunos de los ministros clave del ala moderada del Gobierno, como Guillermo Francos, de Interior, que ante quejas de gobernadores terminó negociando modificaciones puntuales en algunos artículos.
"En la reunión de gabinete se habló de todo" dijo una fuente cercana a Milei que ratificó a los ministros que fueron designados para ir a explicar los puntos concretos de las reformas a las comisiones desde hoy.
Con sus polémicos 664 artículos con todo tipo de reformas económicas, electorales, impositivas, civiles, comerciales y penales, cerca de Milei se envalentonan diciendo que "va a salir por sentido común".
En el Gobierno confían que más allá de las discusiones, contarán con el apoyo político de eventuales aliados provinciales, del PRO y de la UCR si se aceptan algunas modificaciones.
Entre los que asistirán a Diputados a explicar la reforma del Estado se destacan el secretario de Energía, Eduardo Chirillo y el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona. Lo seguirán en los próximos días los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich (por el protocolo antipiquetes y reformas al Código civil y Penal); el de Interior, Guillermo Francos (tuvo a su cargo negociaciones con gobernadores por modificaciones en las leyes de pesca y biocombustibles, pero también la reforma electoral), el de Infraestructura, Guillermo Ferraro, la de Capital humano, Sandra Pettovello y el Procurador del General del Tesoro y jefe de abogados del Gobierno, Rodolfo Barra.
La estrategia del Gobierno es, según demostró una vez más el vocero Adorni, sostener un discurso duro, pero a la vez, acceder a aceptar modificaciones en puntos concretos, que podrían conseguir votos de legisladores de la oposición, que cuestionan la delegación de facultades especiales al presidente en materia legislativa, pero que aceptarían las reformas económicas e impositivas que le interesan al Gobierno.
La presencia de la primera misión del FMI que el lunes tuvo su primera reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo y con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse en la Casa Rosada, generaba más tensión en la previa del debate parlamentario.
El Fondo mira atento el grado de apoyo político que tendrán las reformas planteadas por Milei y la posibilidad de concretar las metas planteadas en la renegociación de la deuda y variables clave como el déficit fiscal cero, poner un freno a la inflación y el ordenamiento del mercado financiero y cambiario.
Todo en medio de rumores de una nueva e inminente devaluación que Adorni salió a desmentir y atribuyó a las dudas que generan los amparos contra el DNU y la oposición.
Reunión de Gabinete con una ausencia especial: la vicepresidenta Victoria Villarruel
En la nueva etapa del Gobierno, luego de la mudanza del presidente Javier Milei el lunes a la noche a la residencia de Olivos, el Gobierno inició un nuevo ritmo de gestión que dejará por ahora las reuniones de gabinete diarias en la Casa Rosada a hacerlas solo dos veces por semana, los días martes y jueves. Aunque todo puede cambiar, según el ánimo y las necesidades de Milei y la evolución del Gobierno y sus reformas.
Estuvieron todos los ministros, Milei, más el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, encargado de llevar la estrategia del Gobierno al Congreso.
Pero faltó una figura que hasta ahora era invitada y asistía igual que todos los ministros. La vicepresidenta Victoria Villarruel faltó a la última reunión de gabinete antes del debate del DNU y la mega ley, porque "se encontraba descompuesta", dijeron fuentes cercanas a la jefa del Senado consultadas por este portal.
Sin embargo, las fuentes desmintieron los rumores que vinculaban a Villarruel con supuestos encuentros secretos con el expresidente y líder del PRO, Mauricio Macri, en Cumelén, Río Negro. Nunca tuvo diálogo directo con Macri, el canal de ese diálogo siempre fue Milei. Ella habla directamente con los senadores del PRO, con el jefe del bloque, en busca de consensos para las leyes y el DNU, agregaron.
Villarruel se tomó el día y suspendió toda su agenda por cuestiones de salud, dijeron las fuentes del Senado consultadas por A24.com.
Atribuyeron a una operación de usinas kirchneristas los rumores que hablaban de un supuesto acuerdo entre Macri y Villarruel. Cerca de Milei, Adorni echó por tierra la posibilidad de que la ley no salga del Congreso: "no trabajamos sobre esa hipótesis", afirmó el vocero presidencial. // A24