Hace unos meses los médicos le diagnosticaron que tenía un quiste en uno de sus ovarios y este domingo, tras dolores intensos, regresó al nosocomio y dio a luz.
El primer bebé del año en Mendoza nació con una historia muy particular. Gina Cielo (que en un principio había recibido el nombre provisorio de Narella) llegó a este mundo sin que su madre Melanie Quiroga, de 20 años, supiera de su existencia.La pequeña nació a la 1.37 en el hospital Diego Paroissien y se transformó en la primera bebé del 2024. Pesó 3.380 kilos.
“El domingo llegué al hospital por unos dolores intensos en la espalda y los ovarios. Me hicieron unos estudios y allí me enteré que estaba embarazada. Tras hacerme tacto me internaron y luego de varias horas de trabajo de parto nació mi hija, a la 1.37“, contó la mamá de la pequeña que aún no salía de su asombro.
Meses atrás, en el nosocomio le indicaron que tenía un quiste en uno de sus ovarios. Desde entonces no tuvo inconvenientes, salvo el último mes que su panza se hinchó más de lo normal.
“Me habían dicho que podía pasar, por lo que no me preocupó mucho la situación. Y resulta que no era un quiste, sino un bebé”, expresó.
Acompañada por Alam, su pareja, de 21 años, la mujer aseguró estar muy sorprendida por la situación, ya que no estaba en sus planes actuales ser mamá, sí más adelante.
“Ni bien nos enteramos que íbamos a ser padres avisamos a nuestros familiares y rápidamente resolvimos el tema de la ropita, las mantas y los pañales gracias a que mi abuela tiene una pañalera frente al hospital, por lo que nos dio todo lo necesario para que la niña esté bien“, contó Alan emocionado.
Llegaron dos y se van tres
Los padres de Gina Cielo no pueden creer estar viviendo este momento. La pareja está junta desde hace dos años, conviven en una casa en el barrio Antártida Argentina y sus planes para este 2024 eran otros.
El joven es empleado de la municipalidad de Maipú y Melanie está por recibirse de maestra maternal. “Mi idea era ejercer y luego sí planificar todo para ser madre. Pero, bueno, la vida me sorprendió y mis primeros saberes los pondré en práctica con ella”, dijo.
Con la beba entre sus brazos, Melanie también confesó que cuando salgan del hospital, que seguramente será entre el martes o miércoles, su idea es poder ir a comprarle mucha ropa y todo lo necesario para ella. “Siempre soñé con una nena, por lo que compraré todo de color rosa”, aseguró.
Respecto a la elección del nombre, la pareja contó que al ser todo tan sorpresivo el primer nombre que se les ocurrió fue Narella, pero luego decidieron cambiarlo.
“No nos convencía mucho y hablando con mi madre que vive en Buenos Aires me sugirió Gina“, contó Melanie y agregó que “Cielo se lo colocó el papá de la criatura, ya que le pareció que lo ocurrido fue una verdadera bendición“.
Acompañamiento y mucho amor
La historia es sorprendente por donde se la vea y los profesionales del nosocomio, lejos de recriminar acerca de la falta de controles, se dedicaron a acompañar y apoyar a los jóvenes padres, para que puedan procesar lo que se viene.
Tanto las autoridades del hospital Paroissien como las enfermeras, pediatras y personal se acercaron a la habitación para ofrecer todo tipo de ayuda y asesoramiento.
“Lo importante es que la beba y su madre están en perfecto estado de salud, el resto se irá viendo con el correr de los días“, manifestaron desde el nosocomio.
Fuente: El Sol