Horacio Raúl Leiva tiene 53 años, y en las calles de San Rafael es mucho más conocido por su nombre artístico, ya que también es el payaso “Pipo”, y es como muchos niños se le acercan a saludarlo mientras camina y vende globos y un poema a voluntad, no con la intención de comerciar sino de comprar más globos que luego reparte entre chicos de bajos recursos.
Horacio no trabaja solo, sino que es una actividad que repiten algunos de sus “colegas” en otros puntos del país también. Llegó algo obligado por la vida a San Rafael, lugar del que se enamoró y donde hoy “ejerce” y trabaja con gran soltura y comodidad, teniendo en cuenta la “solidaridad del sanrafaelino”.¿Quién el payaso Pipo?
Bueno, desde hace 20 años que hacemos esto; vimos que había una gran necesidad en los pueblos chicos porque los circos no entraban; llegó la época en la que no se podía trabajar con animales, los circos fueron menguando, y muchos de los niños no tenían la posibilidad económica de poder ir a un cine, a un circo y nosotros decidimos armar una agrupación. La primera se llamaba “Payasos solidarios” y recorríamos pueblos haciendo espectáculos gratuitos, financiados por la misma gente, los comercios. Tanto las áreas de Cultura como de Acción Social de los pueblos, nos daban alojamiento y la comida.
¿Se trata de algo meramente solidario o tinte algún carácter religioso?
Yo soy cristiano y otra de las tareas que hago en la calle, al tener la gente mucha necesidad, es alcanzarle una palabra, un texto o un consejo, lo cual es muy lindo porque la gente lo agradece mucho y es como salir a la calle a ver qué es lo que está pasando en el otro. Tengo muy lindos testimonios de gente con vidas cambiadas, transformadas, así que voy haciendo las dos tareas.
¿Cómo llegaste a San Rafael?
Yo soy de 9 de Julio, Buenos Aires. Estaba allá, me fui a La Plata y estaba alojado en un edificio que se prendió fuego y no me quedó absolutamente nada. Me fui a Junín y un amigo me dijo que tenía cabañas en San Rafael, que era muy lindo, que me viniera a la cabaña de él, que no iba a pagar alquiler. En marzo pasado vine a “mirar”, y me enamoré de San Rafael. Acto seguido la empresa “Regalame” me contrata y eso me dio una entrada mejor, porque los vendedores me veían en la calle, las autoridades y demás.
Como siempre, saqué un permiso en Cultura para poder desarrollar la actividad y empecé a hacer lo mismo, pero en Villa Laredo, Rama Caída y demás barrios y distritos.
¿Se trata de algo meramente solidario o tinte algún carácter religioso?
Yo soy cristiano y otra de las tareas que hago en la calle, al tener la gente mucha necesidad, es alcanzarle una palabra, un texto o un consejo, lo cual es muy lindo porque la gente lo agradece mucho y es como salir a la calle a ver qué es lo que está pasando en el otro. Tengo muy lindos testimonios de gente con vidas cambiadas, transformadas, así que voy haciendo las dos tareas.
¿Cómo llegaste a San Rafael?
Yo soy de 9 de Julio, Buenos Aires. Estaba allá, me fui a La Plata y estaba alojado en un edificio que se prendió fuego y no me quedó absolutamente nada. Me fui a Junín y un amigo me dijo que tenía cabañas en San Rafael, que era muy lindo, que me viniera a la cabaña de él, que no iba a pagar alquiler. En marzo pasado vine a “mirar”, y me enamoré de San Rafael. Acto seguido la empresa “Regalame” me contrata y eso me dio una entrada mejor, porque los vendedores me veían en la calle, las autoridades y demás.
Como siempre, saqué un permiso en Cultura para poder desarrollar la actividad y empecé a hacer lo mismo, pero en Villa Laredo, Rama Caída y demás barrios y distritos.
¿Pipo ha formado parte de una película?
En 9 de Julio, Buenos Aires, el “hijo de la panadera” Néstor Montalbano (que hoy es productor de Francella y Pinky), cuando éramos chicos, tenía una “Súper 8” y salíamos a filmar películas, de acuerdo a las películas que aparecían, de acuerdo a las películas que aparecían. Por ejemplo, “Rocky 3”, “El Padrino”, y replicábamos la película a nuestro antojo usando a los vecinos del barrio para hacerlas. Luego todos íbamos al Municipio y, como el pueblo era chico, nos reuníamos todos y nos reíamos de nuestros propios vecinos haciendo personajes. Así se hizo “Los cañones de Vieta”, que fue un intendente que se hizo intendente a cañonazos, puso los cañones y “o lo votabas o te volaba la cabeza”, y películas como esa ganaron premios en Francia y en lugares donde compiten cortometrajes.
La película “Soy tu aventura” surge porque Néstor triunfa en Buenos Aires, y vuelve a convocarnos a todos, pero trae a Diego Capusotto, a Luque, a Verónica Llinás, Jorge Marrale, Luis Aguilés, y tuvimos la bendición de trabajar con esa gente hermosísima.
¿Cómo te toman los chicos?
Ellos se “desesperan”. Pasa que a veces llego a una plaza, hay cinco chicos y te da la sensación de que los están “fabricando en el momento”, porque no podés creer la cantidad de chicos que se aglomeran.
Como personaje hago juegos y después hacemos “globología para todos”, hacemos juguetes con globos y le regalamos uno a cada niño. Es maravilloso porque se agolpan, y su cariño es tremendo. Además aprenden el nombre y después estás en el centro, y ellos vienen “Pipo, Pipo”, a saludarte y eso es maravilloso.
¿Viniste solo?
Vine con el payaso de La Plata y después él se volvió. Es como que cada ciudad tiene un “payaso oficial”, y cuando llegué acá también había un “payaso oficial” así que le pedimos permiso. Siempre hacemos eso, porque cuando alguien es “el dueño de la zona”, los demás pedimos permiso. Es un código de la calle, pero como nuestra actividad no es igual a la del resto, no tenemos problema con nadie.
Tranquilidad en San Rafael, ¿no?
Sí. Acá se me abrieron todas las puertas, estoy trabajando en Barriales con Claudia Muñoz del barrio Laredo, con quien también hicimos varias actividades sociales. Es un barrio que me quiere mucho y que me ha abierto las puertas.
¿La gente colabora?
Sí, es muy solidaria la gente de San Rafael, además les gusta y me piden que no deje de hacer lo que hago, dado que somos “el último bastión de lo que era el circo criollo, ese que iba con las carretas y paraban en los pueblos”.
¿Qué lo que hace puntualmente en una tarde común?
Lo que hago es acercarme a la gente, saludarla, comentarle la misión: hacemos espectáculos gratis en escuelas, comedores y jardines; les dejamos una poesía que no se vende, sino que es a voluntad, de corazón; con eso compramos los globos que están caros (vale 9 mil pesos una bolsa de 100), así que tenemos que caminar todo el día para lograrlo. En la poesía está escrito el canal y redes sociales, para que ellos pueda monitorear lo que hice, lo que hago y lo que voy a hacer, porque la gente colabora una vez pero puede ver todo el año la cantidad de cosas que hacemos.
Las cosas que hacemos son gratis incluyendo los globos, pero quien nos quiera tiene que llamar con tiempo para que puedan entrar en la agenda, que obviamente se hace muy apretada a fin de año. Estamos abiertos para ir a comedores o donde nos llamen.
También les queda el teléfono por si quieren contratarme para cumpleaños, ya que yo vivo de las ferias (donde vendemos los globos), y de los cumpleaños.
Quien desee contratar a Pipo, puede comunicarse con él a través del teléfono 2317-631349
Su canal de YouTube es “payaviajero”