En un emotivo mensaje de fin de año, el presidente Javier Milei detalló las medidas implementadas desde su asunción el 10 de diciembre y extendió sus saludos a los argentinos por la llegada del año nuevo.
A través de una transmisión nacional, Milei no solo expresó sus buenos deseos, sino que también hizo un llamado urgente al Congreso para respaldar dos iniciativas clave: el decreto de necesidad y urgencia y la ley ómnibus, ambas destinadas a desregular la economía argentina.
Con firmeza, el Jefe de Estado planteó la decisión trascendental que enfrenta el país: optar entre mantener un modelo que, según él, ha empobrecido durante un siglo, o aprobar la legislación para iniciar un cambio profundo y abrazar nuevamente los principios de la libertad.
Milei exhortó a la dirigencia política a dejar de lado las anteojeras ideológicas y advirtió sobre posibles consecuencias catastróficas en caso de que la ley ómnibus no obtenga la aprobación parlamentaria, describiendo la situación como una potencial "crisis de proporciones bíblicas".
En caso de aprobación, el presidente se mostró optimista al afirmar que estas medidas podrían conducir a un aumento del 10% en el PBI per cápita en un lapso de 45 años.
La presión recayó sobre los legisladores nacionales, a quienes Milei situó en una encrucijada, ofreciéndoles la elección entre mantener el status quo o embarcarse en el camino de la libertad.
Dirigiéndose a todos los argentinos, Milei instó a aquellos "de bien" a reclamar a sus representantes la aprobación de esta legislación crucial.
La mención de la herencia dejada por el gobierno kirchnerista y la previsión de un 2024 desafiante subrayaron el tono realista del mensaje presidencial.
Con un cierre esperanzador, Milei deseó un feliz año a todos los argentinos, animándolos a pasar el tiempo en compañía de sus familias y seres queridos. En un tono inspirador, sugirió que este podría ser el año para dejar atrás un siglo de fracasos y abrazar nuevas oportunidades.