En Guaymallén, Mendoza, el miércoles por la tarde, se descubrió el cadáver de un hombre de entre 60 y 70 años en su precaria residencia ubicada en la calle Las Cañas.
Al llegar las autoridades, se encontraron con una escena impactante: el hombre había sido devorado por perros, dejando solo algunos huesos y una remera, según informaron fuentes.
Vecinos alertaron a la policía alrededor de las 16 horas debido a los "olores fuertes" que provenían de la vivienda en el número 66 de la calle Las Cañas, situada al sureste de la rotonda del Cóndor. Cuando los efectivos llegaron, confirmaron la presencia de los restos humanos, pero señalaron que muchas partes faltaban debido a que habían sido consumidas por los perros, según indicaron a los medios locales.
La víctima, un hombre mayor que vivía solo y se mantenía distante de su familia desde hacía bastante tiempo, compartía su morada con varios perros, según relataron los vecinos, quienes también destacaron que el hombre "nunca molestaba a nadie".