En un gesto lleno de fe y esperanza, los Jóvenes de la Parroquia de Lourdes llevaron la magia de la Navidad al Hospital Schestakow a través de un conmovedor Pesebre Viviente. Bajo el lema "Hoy nos ha nacido el Salvador", la iniciativa buscó llevar un mensaje de alegría y solidaridad a los pacientes, familiares y personal del nosocomio.
El evento, que tuvo lugar en la explanada del hospital, fue recibido con gratitud y emoción por parte de la comunidad sanrafaelina. A través de las redes sociales, el Hospital Schestakow expresó su agradecimiento a los jóvenes por su valioso aporte durante estas fechas tan significativas."¡Gracias a los Jóvenes de la Parroquia de Lourdes por traernos fe y esperanza con su Pesebre Viviente a nuestro Hospital!", manifestaron desde el nosocomio, destacando la importancia de este tipo de acciones que contribuyen a crear un ambiente de amor y solidaridad en el entorno hospitalario.
El Pesebre Viviente, cuidadosamente organizado por los jóvenes voluntarios, recreó la escena del nacimiento de Jesús, involucrando a participantes de todas las edades y transmitiendo un mensaje de paz y fraternidad. Los pacientes y sus familias pudieron disfrutar de este hermoso espectáculo que les brindó un momento de distracción y reflexión en medio de sus tratamientos.
Este gesto altruista no solo llevó alegría a los corazones de quienes se encuentran en el hospital, sino que también recordó el verdadero significado de la Navidad: el nacimiento de la esperanza y el amor. La comunidad sanrafaelina se une para agradecer a los Jóvenes de la Parroquia de Lourdes por su compromiso y generosidad, haciendo de esta temporada navideña un momento especial para todos.
La dirección del Hospital Schestakow anima a seguir construyendo puentes de solidaridad y compasión, recordando que pequeños gestos pueden tener un impacto significativo en la vida de quienes atraviesan momentos difíciles.
La magia de la Navidad se hizo presente en el Hospital Schestakow gracias a la colaboración de la Parroquia de Lourdes, demostrando que, en esta época del año, el espíritu de dar y compartir brilla con luz propia.