Después de un período de dos años de intensos debates, con la comparecencia de más de 100 testigos y la realización de 300 audiencias, el Tribunal Penal Colegiado 2 de Mendoza ha emitido veredictos de absolución para todas las personas imputadas en el caso.
En este veredicto, se anunció la absolución de Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, las monjas acusadas de abuso en el Instituto Próvolo de Luján de Cuyo, destinado a niños con discapacidad auditiva. Además, se absolvió a las siete empleadas del instituto que también enfrentaban cargos en este caso.
Las personas acusadas en este juicio incluyeron a las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, así como a exdirectoras y empleadas del Instituto, entre ellas Graciela Pascual, Gladys Pinacca, la cocinera Noemí Paz, Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y la psicóloga Cecilia Raffo.
Luego de dos años de arduo proceso, con un extenso número de testigos y numerosas audiencias, se ha conocido la decisión del tribunal en el segundo juicio a estas nueve mujeres acusadas de abuso sexual y omisión de denuncias de abusos cometidos contra menores con discapacidad auditiva entre 2005 y 2016.
El tribunal, compuesto por las juezas Gabriela Urciuolo, María Belén Renna y María Belén Salido, tomó la decisión de absolver a la monja Kumiko Kosaka, la principal acusada, de los seis delitos que se le imputaban, incluyendo uno como autora y los demás como partícipe de los abusos cometidos por los sacerdotes condenados. La fiscalía había solicitado una condena de 25 años.
La otra religiosa juzgada, Asunción Martínez, también fue absuelta, a pesar de que los fiscales habían solicitado 10 años de prisión para ella. Graciela Pascual, quien fuera la representante legal del instituto, también fue absuelta a pesar de que se había pedido una condena de 18 años por participación primaria.
Otras dos acusadas que podrían haber enfrentado condenas, la exdirectora del instituto Gladys Pinacca y la cocinera Noemí Paz, también fueron finalmente absueltas.
En el caso de las empleadas del instituto Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y Cecilia Raffo, llegaron a la última audiencia sin que la fiscalía o la querella mantuvieran las acusaciones, lo que indicaba que se esperaba su absolución.
Cuando el tribunal pronunció la absolución de Kumiko, los familiares y sobrevivientes presentes en la sala no pudieron contener sus emociones y rompieron en llanto.
Este caso del Instituto Próvolo en Mendoza, donde se revelaron abusos a menores con discapacidad auditiva, salió a la luz en noviembre de 2016 y llevó al cierre del establecimiento. A pesar de que solo 20 víctimas testificaron, el caso recibió una atención significativa tanto en la sede del establecimiento en La Plata como en Verona, Italia, donde se originó la institución.
En agosto de 2017, un exalumno de 43 años de la sede platense afirmó que había sufrido abusos sexuales similares en ese lugar, lo que amplió las denuncias. El denunciante, quien también era hipoacúsico, proporcionó detalles sobre los abusos, el maltrato y la negligencia alimentaria por parte de los clérigos hacia los alumnos, señalando al cura Nicola Corradi como autor y cómplice de los abusos.
En 2019, la Iglesia Católica pidió perdón por los abusos sexuales cometidos en el Instituto Próvolo de Mendoza, afirmando que nunca encubrió a los sacerdotes en cuestión y que el proceso canónico seguía su curso en la Congregación de la Doctrina de la Fe. También destacaron que nunca ocultaron información ni retiraron su colaboración.