En mayo, otro hombre oriundo de la localidad de San Basilio fue blanco de un engaño a través de las redes sociales, con la compra de una casilla rodante. Viajó al Sur provincial y lo asaltaron. Analizan varios casos de similares características que habrían sido perpetrados por presos.
El caso de Héctor Dionisio Aguilar puso nuevamente la lupa en las estafas virtuales perpetradas por presos y el uso de los celulares en los penales mendocinos. El jubilado cordobés fue blanco de un elaborado ardid que convictos del Sur provincial fueron construyendo a lo largo de más de medio año. Todo terminó de la peor manera, ya que para los detectives que lideran la investigación, el hombre de 63 años fue asesinado después de viajar a San Rafael para reunirse con una mujer.
Mediante el uso de un perfil falso de Facebook y de técnicas de ingeniería social, se hicieron pasar por una mujer y convencieron a la víctima de que años atrás habían tenido un fugaz amorío, producto del cual ella quedó embarazada y tuvo una niña.
La aparición de una supuesta nueva hija en la vida de Aguilar, lo movilizó al punto de realizar decenas de transferencias bancarias durante los últimos seis meses, con el objetivo de ayudarla económicamente, sin saber que el dinero terminaba en manos de delincuentes.
En menos de una semana de investigación -los pesquisas mendocinos fueron alertados el martes 18 por sus pares cordobeses sobre la situación de Aguilar- se logró establecer que en San Rafael hubo un reciente caso de similares características y que la víctima era oriunda del mismo pueblito de Río Cuarto en el que vivía el jubilado que se encuentra desaparecido: San Basilio.
Teniendo en cuenta que esa localidad cordobesa tiene poco más de 3 mil habitantes, de acuerdo con el Censo 2010, los investigadores sureños se preguntaron cuántas posibilidades existen de que dos hombres que viven un poblado con tan escasa población hayan sido engañados por malvivientes sanrafaelinos.
Por eso, existen fuertes sospechas de que tres de los detenidos, probablemente con apoyo de otros maleantes que se encontraban en libertad, venían cometiendo diferentes hechos contra personas de otras provincias. Se trata de Brian Ángel Ríos Quiroga (30), Alan Eloy Martínez Guevara (28) y Hernán Ariel Oviedo Castro (31). Los dos primeros estuvieron en prisión por causas de violencia de género y habían recuperado hace poco su libertad.
Si bien no existe material probatorio suficiente como para atribuirles una participación en ese otro caso, el fiscal Javier Giaroli, quien lidera el expediente por el homicidio de Aguilar, comenzó a analizar ese y otros expedientes con el objetivo de encontrar algún hilo conductor entre esos hechos, que conduzca hacia el trío de convictos.
Coincidencias
El caso del que fue víctima un “vecino” de Aguilar se registró en el mes de mayo, cuando un hombre domiciliado en San Basilio viajó más de 500 kilómetros luego de pactar la compra de una casilla rodante a través de Facebook.
El punto de encuentro con el supuesto vendedor era el barrio Constitución, ubicado hacia el noreste del centro de la Ciudad de San Rafael. Allí, el hombre fue abordado por delincuentes armados que le sustrajeron todo el dinero que llevaba.
Otro episodio que tuvo como blanco a ciudadanos cordobeses fue denunciado ese mismo mes. Fue el sábado 13 de mayo cuando las víctimas llegaron a bordo de una Toyota Hilux hasta calle Federico Cantoni, en las cercanías del barrio El Molino, para concretar la compra de un tractor, que también era ofertado la citada red social.
Pero, al llegar al punto acordado, malvivientes los sorprendieron y a punta de arma de fuego les robaron la camioneta y una valija con 4.000.000 de pesos en efectivo, para luego darse a la fuga.
El caso del que fue víctima un “vecino” de Aguilar se registró en el mes de mayo, cuando un hombre domiciliado en San Basilio viajó más de 500 kilómetros luego de pactar la compra de una casilla rodante a través de Facebook.
El punto de encuentro con el supuesto vendedor era el barrio Constitución, ubicado hacia el noreste del centro de la Ciudad de San Rafael. Allí, el hombre fue abordado por delincuentes armados que le sustrajeron todo el dinero que llevaba.
Otro episodio que tuvo como blanco a ciudadanos cordobeses fue denunciado ese mismo mes. Fue el sábado 13 de mayo cuando las víctimas llegaron a bordo de una Toyota Hilux hasta calle Federico Cantoni, en las cercanías del barrio El Molino, para concretar la compra de un tractor, que también era ofertado la citada red social.
Pero, al llegar al punto acordado, malvivientes los sorprendieron y a punta de arma de fuego les robaron la camioneta y una valija con 4.000.000 de pesos en efectivo, para luego darse a la fuga.
En ese caso, un operativo policial permitió recuperar la camioneta y el dinero, que fueron abandonados por los autores cuando se vieron rodeados. A los pocos días, se realizaron allanamientos en celdas del Complejo Penitenciario Nº 4 de San Rafael y también en Almafuerte, ya que la investigación apuntó contra un preso sureño de apellido Ureta.
Por último, los pesquisas también analizan otro caso de un hombre oriundo de la provincia de Chubut, quien fue engañado con una falsa oferta de trabajo. En ese hecho ocurrido días atrás, la víctima también terminó siendo asaltada y le robaron hasta la ropa que llevaba puesta, dejándolo sólo en ropa interior.
Acuchillado
La teoría oficial sostiene que Aguilar salió el 2 de julio de su domicilio de la mencionada localidad riocuartense y emprendió viaje a bordo de su Volkswagen Gol Trend blanco hacia el sur mendocino, a donde llegó cerca de las 10 de ese día.
Allí, más precisamente en la localidad de Salto de las Rosas, tenía planeado reunirse con la mujer que estuvo conversando en los últimos seis meses y que le había asegurado que tuvo una hija suya.
Aguilar deseaba conocer a la criatura y hasta idealizó con iniciar una nueva vida junta a la madre de su supuesta décima hija (es padre de nueve hijos). No obstante, todo se trató de un engaño orquestado por un grupo delictivo.
Cuando llegó a la estación de servicio donde había acordado encontrarse, lo estaban esperando Ríos y su pareja, Silvia Raquel Luffi (31), quienes, estiman, se hicieron pasar por los caseros del lugar donde estaba parando su “enamorada”.
La mujer subió al asiento del acompañante y Ríos lo hizo en la parte trasera del vehículo. De acuerdo con la reconstrucción, en el camino el ex reo lo atacó con un cuchillo y le propinó varias puñaladas en el sector derecho del tórax.
Ante la resistencia que ofreció el jubilado, Luffi lo sostuvo y resultó lesionada, lo que explicaría las heridas cortantes que presentaba en sector izquierdo de su cuerpo cuando fue capturada días después.
Las fuentes judiciales consultadas explicaron que la pareja se encargó de descartar el cadáver en una zona comprendida entre Salto de las Rosas y el distrito de Bowen, en General Alvear, ya que en esos lugares se registró actividad del celular de la víctima.
En los días posteriores al hecho, testigos aseguraron que vieron a Ríos conducir el VW Gol de Aguilar. Al parecer, cuando la búsqueda del sexagenario comenzó a tomar trascendencia en Córdoba, decidió deshacerse del vehículo.
Por eso contactó a un hombre oriundo de Cuadro Nacional, identificado como César Campos -fue imputado por encubrimiento agravado-, quien debía encargarse de desgüazar el rodado y vender las autopartes en el mercado negro, sostiene la investigación.
Sin embargo, el último jueves los detectives de la Unidad Investigativa Departamental San Rafael (UID) desarrollaron 11 medidas judiciales y en uno de los allanamientos fue hallado el auto, aún intacto, en el que se encontraron abundantes restos de sangre, que serán sometidos a un cotejo de ADN para determinar si pertenecen a la víctima o a los presuntos autores.
Asimismo, en ese megaoperativo fueron detenidos Ríos, Luffi y Martínez; mientras que Oviedo se encontraba en la cárcel, ya que está purgando una pena de cinco años de encierro por el homicidio de Waldo Vera, ocurrido en 2015 en Malargüe.
El fiscal Giaroli imputó durante el fin de semana a Luffi, Martínez y Oviedo por homicidio criminis causa agravado por la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, estafa y robo agravado por el uso de arma.
Por su parte, Ríos será eventualmente acusado por la misma calificación, que prevé como única pena la prisión perpetua, ya que hasta la tarde de este lunes continuaba internado en el sector psiquiátrico del Hospital Schestakow, luego de manifestar que deseaba quitarse la vida.
Fuente: El Sol