Después de tres meses de tires y aflojes con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno finalmente selló un acuerdo técnico con el organismo. Si bien aún resta la aprobación final del directorio ejecutivo del Fondo, la instancia confirmada este viernes permite vislumbrar algunas cuestiones sobre cómo continuará la discusión.
El organismo multilateral informó que se alcanzó un acuerdo sobre la quinta y la sexta revisión de forma combinada. Esto es, que el Gobierno despejó la tensión sobre el acuerdo con el FMI hasta noviembre, después de las elecciones generales, cuando está previsto que se vuelvan a reunir.
Sin embargo, como los tiempos de esta negociación fueron tan ajustados y el Fondo ingresa en receso, los US$7500 millones que gatillará el organismo llegarán después de las PASO. En un escenario crítico para las reservas del Banco Central, el Palacio de Hacienda deberá ahora hacer frente a un vencimiento de alrededor de US$2700 millones el lunes que, según explicaron en despachos oficiales, provendrán de otros organismos, aunque aún se desconocen más detalles sobre esto.
Por otro lado, el FMI advirtió que la situación económica argentina se volvió “muy desafiante” y que los objetivos troncales del programa -la acumulación de reservas, la reducción del déficit fiscal y la emisión monetaria- no se cumplieron durante el primer semestre del año “debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como a los deslices y retrasos en las políticas”.
Por eso, detalló el organismo en un comunicado, se solicitarán waivers (una suerte de perdón) por los incumplimientos y se modificarán los objetivos clave. “Dado este contexto, las discusiones se centraron en llegar a un acuerdo sobre un paquete de políticas para reconstruir las reservas y mejorar el orden fiscal. Salvaguardar la estabilidad y abordar los desequilibrios subyacentes (alta inflación y baja cobertura de reservas) son fundamentales para asegurar un crecimiento más sostenible, resiliente e inclusivo a mediano plazo”, indicó.
Más medidas cambiarias y control a salarios, transferencias a las provincias y empresas del Estado
El entendimiento técnico -si bien sus detalles se conocerán en el reporte final cuando el board apruebe la revisión- tiene algunas advertencias para que el Gobierno trace la hoja de ruta de sus próximas decisiones económicas.
El FMI señaló que “el fortalecimiento y la armonización del régimen cambiario siguen siendo fundamentales para mejorar de manera duradera la cobertura de reservas y la estabilidad externa”, y aunque destacó las últimas medidas de Economía, se esperan más disposiciones oficiales para “continuar asegurando que las tasas de política se mantengan suficientemente positivas en términos reales”.
En cuanto a las metas fiscales, el Fondo decidió mantener sin cambios la pauta del 1,9% del PBI para 2023, pero ese objetivo significará un mayor ajuste en las partidas presupuestarias para la segunda mitad del año, lo cual dificulta aún más los planes del Gobierno para el último tramo de la campaña electoral.
Este endurecimiento fiscal mencionado, sostuvo el Fondo, está respaldado en una serie de medidas sobre los ingresos y los gastos ya acordadas con el Ejecutivo. En primera instancia, se extendió el Impuesto PAÍS sobre las importaciones de bienes y servicios, y se lanzó el nuevo “dólar agro” para incentivar la liquidación de exportaciones.
Pero por el lado de los gastos, el organismo hizo referencia a tres medidas: contener el crecimiento de la masa salarial, actualizar las tarifas de energía “para reflejar mejor los cambios en los costos de producción, mientras se mejora la progresividad del sistema” y fortalecer los controles sobre la asistencia social -en instancias anteriores se avanzó en las auditorías sobre la entrega del programa Potenciar Trabajo, por ejemplo- y las transferencias corrientes tanto para las provincias como para las empresas estatales.
En relación con la meta de reservas, se acordó una modificación de US$8000 millones a US$1000 millones para fines de 2023. Esta es la más comprometida en términos de cumplimiento, ya que las reservas -que ayer cerraron en US$25.344 millones-, siguen en los niveles más bajos de los últimos siete años.
Por último, el Gobierno también insistió en que el organismo lo habilite a intervenir sobre el mercado de los dólares financieros de manera de evitar un salto brusco en el tipo de cambio en los próximos meses. Aunque ahora el FMI permitió ese objetivo, también alertó que las intervenciones “se centrarán en garantizar el funcionamiento normal del mercado, al tiempo que protegen el balance del Banco Central”.
“Dados los desafíos económicos, las autoridades acordaron implementar firmemente el paquete de políticas en las próximas semanas y meses, y adaptarse de manera proactiva a la evolución de las condiciones externas e internas”, concluyó el organismo. TN/button/#0abde3