Desde hace un tiempo, la economía argentina se ve golpeada por múltiples factores. A los inconvenientes congénitos, luego se sumaron los duros efectos de la pandemia de coronavirus y el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, pero eso no fue todo. Entre las mayores complicaciones, está la histórica sequía que golpea al campo y afecta de manera notable, como pocas veces antes, las cosechas y las exportaciones.
Así las cosas, este lunes desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha confirmado oficialmente que se avanza a paso firme en la adaptación del programa vigente al nuevo escenario y subrayó que las conversaciones “avanzan de manera constructiva”.
"El staff técnico continúa trabajando con las autoridades argentinas para fortalecer el programa económico acordado con el país en el contexto de la sequía muy severa. Los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva", señaló una portavoz del organismo.
Tras las negociaciones que la semana pasada mantuvo en Washington una delegación del Ministerio de Economía, el contacto se mantuvo de forma virtual para continuar con la recalibración de las metas.
La sequía le restó al país ingresos por US$ 20.000 y en consecuencia se incumplieron las metas de acumulación de reservas y déficit fiscal previstas para el primer trimestre del año.
“La rápida acción por parte del equipo económico al mando del ministro Sergio Massa para estabilizar los dólares financieros y el incremento de las tasas de interés referenciales, trajo calma a los mercados financieros y a todos los hogares argentinos”, señalaron desde el Ministerio de Economía.
Para las autoridades del Palacio de Hacienda, “luego de este episodio, en los primeros días de mayo los dólares financieros se mostraron estables en valores similares a la “pre-corrida”, y los depósitos aumentaron en US$ 30 millones (acumulado de la semana al jueves 4/5)”.
“Esto marca una clara implementación de políticas en pos de la estabilidad financiera y previsibilidad en el corto plazo”, insistieron los colaboradores directos del ministro Massa. Asimismo, remarcaron que “la liquidez del sistema financiero en general y en particular en lo que hace a los depósitos en dólares es sumamente robusta”.
En esa línea precisaron que “los bancos tienen US$ 3.866 millones en efectivo y los encajes alcanzan US$ 11.887 millones. Por lo tanto la suma de encajes y disponibilidades en efectivo en dólares de los bancos supera el stock de depósitos privados más que cubriendo y garantizando solvencia en el sistema”.
La situación de reservas y la utilización de los dólares es uno de los indicadores que siguen los analistas financieros para determinar la real situación del Banco Central.
En las negociaciones que se llevan adelante el equipo económico aspira a que el FMI adelante una parte de los desembolsos previstos hasta fin de año con el objetivo de cubrir el faltante de divisas que se producirá en los próximos meses por efecto de la sequía.
Fuente: Diario 26