Más de lo mismo. Parche sobre parche, medidas de emergencia, aisladas, remanidas para evitar que todo explote.
No es posible en unos meses hacer magia. El actual Gobierno solo planificó acordar con el FMI, aparentemente fue el único objetivo de Martín Guzman. Los otros frentes de la macro se dejaron a su suerte. Y esto nos trajo hasta acá.
Hoy, a meses de una elección y 3 trimestres antes de que asuma un nuevo Gobierno no hay tiempo, no hay consenso, no hay respaldo ni acuerdo con otros sectores. Solo queda seguir atando todo con alambre y esperar. Confiar en que otras gestiones más capaces, coherentes y comprometidas puedan afrontar los problemas y solucionarlos.
Durante esta semana “el Gobierno logró un 64% de aceptación en el canje de deuda de pesos y así, el Ministerio de Economía despejó $4,34 billones sobre más de $7 billones de vencimientos hasta fines de junio. Más de la mitad de los tenedores eligieron quedarse con bonos atados a la inflación.
“Esto implicó una adhesión general a la operación del 61,5% de los vencimientos entre abril y junio, que pasarán a estar repartidos entre 2024 y 2025. Poco más de la mitad adjudicada (52%) fue para la canasta integrada completamente por títulos indexados a la inflación, mientras que el 48% restante, optó por la variante que mezcla CER y bono Dual.
“Para los vencimientos de abril, mayo y junio el nivel de aceptación alcanzó el 61,5%, mientras que para los vencimientos de marzo (incluyendo la operación realizada en enero) la participación superó el 72%. En suma, el porcentaje de adhesión alcanzó el 64% de los títulos elegibles”, explicaron en el ministerio de Economía.
“La alternativa fue un menú con el bono “dual” que fue motivo de discusión desde la oposición, ya que lo consideraron una suerte de “seguro de cambio” con opción de venta hacia el Banco Central. El 30% de la segunda canasta estará integrada por el “dual” que tendrá vencimiento en febrero de 2024. El resto será indexado a inflación (también al 14 de octubre de 2024 y 14 de febrero de 2025). (Fuente: Mariano Boettner Infobae)
Este logro que parece aparentemente bueno, es un manotazo que no hace más que mostrar, una vez más, la necesidad de tirar hacia adelante una deuda que la macroeconomía actual no permite honrar.
Si bien esta operatoria significó un respiro a las exhaustas arcas del estado y un pasajero alivio para la brecha del dólar blue, significa una nueva responsabilidad para el nuevo gobierno que asumirá a fines de este año.
Un foco de incendio apagado, pero para Roberto Cachanosky “con esta medida no solo le aseguran la recompra de los bonos a los bancos, sino que, al bajar encajes, aumentan más circulante” lo que aporta a que la inflación continúe aumentando.
Es decir, el cinturón deberá seguir apretándose por el lado de los ciudadanos, que están luchando por mantenerse y muchos de los cuales, ya cayeron por debajo de la línea de la pobreza.
Esto además traerá tasas de interés altas, más caída de los ingresos por la inflación y más cepo.
El problema es que venimos tras décadas y décadas de parches. Gobiernos que no toman el toro por las astas, que no piensan ni ejecutan medidas de fondo, que no enfrentan con acciones eficientes y valientes problemas como el déficit fiscal, malas administraciones, estado sobredimensionado, en definitiva, el país no crece.
El panorama no es alentador. Los fenómenos climatológicos que afectan a las economías regionales y principalmente a nuestra mayor fuente de ingresos, los granos, no permitirán el ingreso de los dólares tan necesarios y básicos para nuestra endeble economía. El tipo de cambio que no alienta el comercio con otros mercados y el posible reclamo de cobro de estos bonos, nos dejan en una posición sumamente débil.
La duda interna crece en todos sus aspectos, con acreedores y con los habitantes del país.
No tenemos que seguir endeudándonos, en algún punto, esto debe finalizar. Necesitamos un plan económico que termine con esta debilidad y precariedad en la que nos encontramos.
Confiamos en que los equipos económicos que acompañarán a los candidatos están estudiando para, de una vez por todas, guiarnos por mejores caminos de diálogo, cooperación y construcción común.
Daniel Ariosto
Presidente de UCIM