En la ciudad de Santa Fe, se produjo un incidente en el que un remisero, que también es agente del Servicio Penitenciario, disparó y mató a un ladrón que intentó asaltarlo con un arma blanca.
Según los detalles del suceso, el delincuente abordó el vehículo como un pasajero común y corriente, indicando que realizaría un viaje, pero en un momento dado, lo amenazó con un arma blanca.
Ante la amenaza, el remisero decidió actuar en defensa propia y sacó su arma de fuego, disparando contra el ladrón, quien falleció dentro del automóvil.
El asaltante, antes de sufrir el disparo mortal, había apuñalado al remisero en uno de sus brazos y le exigió sus pertenencias. Tras el hecho, el remisero llamó al 911, y llegaron al lugar agentes del Comando Radioeléctrico de la Ciudad de Santa Fe, ante quienes se identificó como miembro del Servicio Penitenciario de la provincia.
El asaltante, antes de sufrir el disparo mortal, había apuñalado al remisero en uno de sus brazos y le exigió sus pertenencias. Tras el hecho, el remisero llamó al 911, y llegaron al lugar agentes del Comando Radioeléctrico de la Ciudad de Santa Fe, ante quienes se identificó como miembro del Servicio Penitenciario de la provincia.
El fiscal a cargo del caso, Carlos Lacuadra, dispuso la realización de peritajes, la ubicación de testigos, la obtención de imágenes tomadas por cámaras de seguridad y la autopsia del fallecido.
El remisero quedó a disposición de la fiscalía para resolver su situación procesal y se le secuestraron tanto el automóvil de alquiler como el arma de fuego utilizada en el hecho.
El remisero quedó a disposición de la fiscalía para resolver su situación procesal y se le secuestraron tanto el automóvil de alquiler como el arma de fuego utilizada en el hecho.
Este suceso ha generado controversia en la opinión pública, ya que, si bien el remisero actuó en defensa propia, la ley argentina prohíbe a los ciudadanos portar armas de fuego, y solo se permite su uso a personal de las fuerzas de seguridad en situaciones de servicio.
