Charla con el artista plástico, que creó la actual imagen de una de las figuras religiosas más emblemáticas de la Vendimia y que estará presente en “Juglares de Vendimia un canto a la naturaleza”. Patrona desde la fe católica de los viñedos y de quienes trabajan la tierra para hacerla fértil.
Cuando Humberto Capella habla de la Virgen de la Carrodilla, empieza a asomar una emoción que se nota en su tono de voz y en la transmisión del orgullo que para él significa ser su escultor. Sí, porque el artista mendocino, uno de los principales hacedores de arte religioso en el país, fue quien en 2006 realizó la figura escultórica actual de la Virgen. La imagen que recorre la provincia y que este año como el anterior, dirá presente en la Fiesta Nacional de la Vendimia, una imagen que tiene similares características a la ubicada en la Iglesia de La Carrodilla en Luján de Cuyo, que data de 1811.
La historia personal de Humberto Capella, está atravesada por la fe, años atrás estaba firmemente convencido de ser sacerdote, pero luego no avanzó en esa decisión. Igualmente, la fe lo ha seguido atravesando en su vida, porque desde sus manos parte la creación de imágenes religiosas. Él mismo cuenta que cuando está en su taller, piensa en que los creyentes deben encontrar al mirar la figura, un refugio espiritual y de alguna manera conectar con la virgen. Por eso en la imagen que forjó en resina y fibra de vidrio, se ocupó mucho de la mirada, aunque también de los diferentes detalles, desde la corona a distintos ornamentos. Actualmente la virgen posee una mantilla, que en su espalda tiene el escudo de Mendoza, y en ese caso el trabajo artesanal fue realizado por una religiosa, la hermana Nazarena.
Caminos de fe
“Esta imagen me la solicitó Rosita Modarelli, una gran hacedora vendimial que trabajaba en Turismo de la provincia. La realicé en el 2006 para que peregrinara por viñedos, bodegas y estuviera presente en la Bendición de los Frutos. Ya tiene sus buenos años y sus buenos caminos recorridos, frente a frente con el viñatero, con el contratista. Es el ícono de la Vendimia que ha estado en contacto directo con los trabajadores de la vid”, dice Capella. Él mismo aclara además, la necesidad de crear una nueva escultura, tuvo que ver con que la histórica imagen de la Virgen de la Carrodilla, confeccionada en madera, no se puede mover más para preservarla patrimonialmente, ya que data de 1811 cuando llegó desde España a Mendoza.
En la continuidad de la charla referida a la escultura actual de la Virgen de la Carrodilla, realizada por él, decía: “He recorrido junto a ella muchísimos kilómetros, me han conmovido las innumerables actitudes de las personas que trabajan la viña. Cuando llega la imagen de la Virgen a la finca o al callejón y se acercan los cosechadores, se toman unos minutos, dejan su tacho, se sacan el guante o con el guante mismo lleno de mosto van hacia ella. Allí la tocan con un cuidado y muchísimo respeto, veneran a esa imagen que los conecta con la protección, se persignan y le rezan. Es absolutamente conmovedor” comenta el artista. Es importante destacar, que quien arma los recorridos es la pastoral a cargo del padre Berardi y quien custodia es Gendarmería.
La imagen que no puede olvidar
Uno de los momentos más conmovedores que ha vivido Humberto Capella, sucedió en Rivadavia, él dice “no se me borrará jamás de mi memoria y de mi retina”. Lo cuenta así: “Había caído una granizada enorme en el este, parecía una bomba que había estallado entre los viñedos. Quedaron sólo los troncos de las cepas era devastador. Veníamos por el pueblo con la Virgen de la Carrodilla y antes el altoparlante anunciando su pasada. Ahí veo a un hombre corriendo y corriendo por un callejón, alcanza justo a ver pasar el camión que transportaba la Virgen. Se saca su sombrero, se arrodilla y se persigna, detrás como si fuera una foto se veía la viña destruída, lo cuento y se me eriza la piel. La Virgen es la madre donde ellos se sienten cobijados ante el dolor de la inclemencia del tiempo. Hay innumerables experiencias como esta, incluso los gendarmes lagrimean cuando ven lo que la imagen de la Virgen, genera en los trabajadores de la tierra”, relata Capella quien realiza distintas esculturas religiosas para distintas partes de Argentina y fuera del país como a Paraguay, Chile, Italia y Estados Unidos.
Presente en actos oficiales de la vendimia
La imagen actual de la Virgen de la Carrodilla, fue bendecida por el sacerdote católico Monseñor José María Arancibia en 2006 y desde entonces preside la Bendición de los Frutos, icónica celebración religiosa vendimial. En 2022, durante el espectáculo artístico de la Fiesta Nacional de la Vendimia, dirigido por Vilma Rúpolo y Federico Ortega, la escultura fue parte de “Milagro del vino Nuevo”. En 2023, la Virgen de la Carrodilla, realizada por Humberto Capella, volverá a pisar el escenario del Frank Romero Day, invitada por el equipo artístico de “Juglares de Vendimia, un canto a la naturaleza”, dirigida por Franco Agüero. Además, dirá presente en la Bendición de los Frutos, como lo hace esta actual imagen, desde 2006.
Virgen de la Carrodilla
“Cuando me encargaron la realización de esta imagen, me pidieron que fuera fácil de transportar, ya que como relaté es una Virgen muy viajera, va por toda la provincia de punta a punta. Tenía que ser una imagen que no se deteriorara, por lo tanto, la realicé en resina y fibra de vidrio. Su rostro es tallado a mano, los racimos de uva también lo son, pero es una imagen liviana. Quizá lo que más pesa es el soporte, el mueble está hecho especialmente para que en la Bendición de los Frutos se le realice el arreglo floral. Es un material resistente al caminar. Tiene 1,8 m de altura total con la aureola de estrellas y un metro de ancho.
“Me emociono con la emoción de la gente”
Estoy feliz que este año nuevamente la Virgen de la Carrodilla, que realicé con tanto cariño, esté presente en el acto central, una propuesta que me llegó por parte del gran escenógrafo Rodolfo Carmona, responsable en Utilería del equipo de “Juglares de vendimia un canto a la naturaleza”, dice Humberto Capella. Y añade: “Se me hace un nudo en la garganta aún hoy que el tiempo ha pasado, cuando veo a la Virgen entrar a los distintos actos oficiales. Sé que es mi obra, pero ya no la reconozco como mía, en el sentido que es patrimonio de Mendoza y su gente”.
“La sensación que me embarga es indescriptible, cuando la gente saca sus pañuelos y la recibe. Más allá de la fe, la imagen es generadora de una energía especial de mucho amor, el amor con que se la trata y respeta”, finaliza Capella, el hombre cuyas manos, crearon una de las principales figuras religiosas, venerada por el pueblo mendocino.