Sucedió en Brasil. El hombre, que tenía antecedentes por robo y violencia, entre otros, golpeó a su mujer y se fue de la casa. La feroz venganza quedó filmada por una cámara de seguridad.
Pero el hombre, que tenía antecedentes por robo, amenaza, violencia intrafamiliar, perturbación de la tranquilidad, daño corporal doloso y restricción de la libertad, se había ido luego de fajar a su esposa, algo que solía hacer, pero que esta vez pareció todavía más cruel.
Todo ocurrió el domingo 22 de enero, cuando la hija llegó a su casa en la Avenida Afluente, en Portal Caiobá, en Mato Grosso del Sur, Brasil, y encontró a su madre estaba tirada en el piso bañada en sangre. Apenas respiraba.
Junto a una amiga, tomó el auto de su madre y fue en busca de su padrastro. Sabía bien dónde podía encontrar al cobarde: tomando alcohol en un bar. Y hacia allá fue, cargada de ira.
Como se ve en las imágenes, cuando la mujer lo halló, sin contemplaciones, lo embistió con el auto. Dos veces. Lo aplastó contra la pared. El hombre quedó vivo y fue llevado a un hospital pero no aguantó y falleció poco después.
La víctima ingresó al hospital con trauma en el abdomen y la cadera y su estado se consideró delicado, requiriendo cirugía por parte del equipo de ortopedia. Sin embargo, durante la mañana, Maikon sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció.
La joven escapó luego de atropellar a su padrastro pero tuvo que abandonar el auto ya que cuando subió a la vereda para pisar a al hombre, la llanta delantera se pincho y siguió su huída a pie.
La Policía Militar y la Policía Civil buscaban intensamente a la joven, que no volvió a su casa ni a los lugares que frecuentaba. Mientras, en las redes la discusión continúa: ¿Es justificada la acción de la joven?
La víctima ingresó al hospital con trauma en el abdomen y la cadera y su estado se consideró delicado, requiriendo cirugía por parte del equipo de ortopedia. Sin embargo, durante la mañana, Maikon sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció.
La joven escapó luego de atropellar a su padrastro pero tuvo que abandonar el auto ya que cuando subió a la vereda para pisar a al hombre, la llanta delantera se pincho y siguió su huída a pie.
La Policía Militar y la Policía Civil buscaban intensamente a la joven, que no volvió a su casa ni a los lugares que frecuentaba. Mientras, en las redes la discusión continúa: ¿Es justificada la acción de la joven?