A nivel nacional se espera una cosecha de 15.352.900 quintales, lo que representa un 21% menos que en 2022. En Mendoza, que concentra alrededor del 70% de la producción, se espera una caída del 23%, pasando de algo más de 13 millones de quintales en 2022 a un estimado de 10 millones para este año. Aunque era esperado debido a las inclemencias climáticas, es una situación preocupante.
La escasez de uva tendrá un impacto alto en la cadena de precios, según diferentes entidades que han comentado sobre el pronóstico del INV. Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas de Vitivinícolas Argentinas, ha explicado que las bodegas ya han actualizado el precio de la uva durante esta semana debido a que se esperaba una cosecha baja, pero se prevé que el precio subirá aún más. Cuando se transfiera al valor del vino, se puede predecir un aumento de un 70 u 80% en los próximos meses.
El valor que se pagaría por el tacho de uva varía según la variedad y la cantidad que haya en los distintos sectores, pero se estima que estaría entre los 150 y 350 pesos. Carlos Fiochetta, titular de la Coviar, ha señalado que tanto Mendoza como el país deben acostumbrarse a este tipo de cosechas, ya que hay una tendencia a la baja debido a las malas condiciones climáticas, escasez de agua y menos superficie cultivada.
La escasez de uva tendrá un impacto alto en la cadena de precios, según diferentes entidades que han comentado sobre el pronóstico del INV. Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas de Vitivinícolas Argentinas, ha explicado que las bodegas ya han actualizado el precio de la uva durante esta semana debido a que se esperaba una cosecha baja, pero se prevé que el precio subirá aún más. Cuando se transfiera al valor del vino, se puede predecir un aumento de un 70 u 80% en los próximos meses.
El valor que se pagaría por el tacho de uva varía según la variedad y la cantidad que haya en los distintos sectores, pero se estima que estaría entre los 150 y 350 pesos. Carlos Fiochetta, titular de la Coviar, ha señalado que tanto Mendoza como el país deben acostumbrarse a este tipo de cosechas, ya que hay una tendencia a la baja debido a las malas condiciones climáticas, escasez de agua y menos superficie cultivada.
A pesar de que la cosecha alcanzaría para satisfacer la demanda del año, habrá un impacto en los precios.Desde INV emitimos la estimación de producción de uvas para Argentina. Claramente, las contingencias climáticas, la disminución de la superficie implantada de viñedos y la carencia de agua para irrigar nos llevará a tener una de las vendimias más bajas de los últimos años. 🍇👇
— Martín Hinojosa (@MHinojosaMza) February 17, 2023
El empresario bodeguero Rodolfo Vargas Arizu espera que la cosecha sea menor debido a que el daño de la helada solo se conoce cuando la uva se pesa. Además, ha recalcado que el problema de la vitivinicultura no está en sí alcanzar el vino para la temporada, sino en la pérdida de competitividad debido al atraso cambiario. "El bodeguero que exporta, cobra un dólar a la mitad de lo que vale. Es una situación insostenible, Alberto Fernández le genera más daño a la vitivinicultura que las inclemencias climáticas", ha expresado el bodeguero.
El INV estima que la producción total será de 15.352.900 quintales, lo que implica una disminución del 21% respecto de la cosecha 2022, que fue de 19.368.030 quintales. En tanto, en Mendoza se estima una disminución del 23% con relación a la producción 2022. En definitiva, la caída en la producción de uva para la vendimia 2023 tendrá un impacto importante en la cadena de precios del vino.
El INV estima que la producción total será de 15.352.900 quintales, lo que implica una disminución del 21% respecto de la cosecha 2022, que fue de 19.368.030 quintales. En tanto, en Mendoza se estima una disminución del 23% con relación a la producción 2022. En definitiva, la caída en la producción de uva para la vendimia 2023 tendrá un impacto importante en la cadena de precios del vino.
Con información de El Sol