Esta mañana se desarrolló la audiencia en Tribunales, donde la Justicia determinaba si le daba prisión domiciliaria a Bruno Nicola, el hombre de 20 años que el 19 de enero atropelló y mató con su auto a Jonathan y Facundo Grandon. Familiares, amigos y vecinos reclamaron que siga detenido.
Jonathan y Facundo (padre e hijo de 34 y 11 años respectivamente), eran parte de una familia que se dedica al “cartoneo”. El 19 de enero en un accidente, el jefe de la familia –que además era empleado de la Municipalidad de San Rafael– y su hijo perdieron la vida, en tanto que Abril, una niña de 6 años, estuvo internada en grave estado, pero logró superar las heridas. Por su parte, Bruno Nicola, el conductor del auto, luego del siniestro vial se dio a la fuga por lo que su padre lo entregó más tarde a la Policía y quedó detenido, para ser más tarde trasladado a Mendoza.
Este miércoles fue traído nuevamente a San Rafael, con la posibilidad de recibir prisión domiciliaria en una audiencia en Tribunales, por lo que la familia y amigos de Jonatahan y Facundo se reunieron para manifestarse. Un momento de mucho malestar se produjo –según expresó a La Ventana San Rafael– David Garay (suegro de Jonathan), cuando llegó al lugar la madre de Nicola y les dijo a los manifestantes que su hijo “va a quedar libre en un mes”.
El hombre de 20 años llegó en una camioneta del Servicio Penitenciario, y al ser visto, los familiares de Grandon comenzaron a gritarle “asesino”, a lo que le sumaron diversas amenazas.
Yanina Garay, esposa y madre de Jonathan y Facundo expresó: “Estamos muy mal, si lo dejan en libertad, en la casa de él, ¿cuándo lo va a pagar? ¡Nunca! Me quitó mi bebé, mis hijas quedaron solas, él era el sustento de nuestra vida (Jonathan). Ahora estamos solas sin saber qué va a pasar”. Recordó que fueron autoridades de la Fiscalía quienes le informaron que Nicola había pedido la prisión domiciliaria. “Yo quiero que le den por lo menos 20 años, me han dicho que en tres lo pueden soltar. No lo voy a permitir”, aseguró y pidió apoyo de la comunidad, ya que necesita ropa y calzado para sus hijos.
Cabe decir que a raíz del caso, su hija Abril tiene algunos problemas de vista, y esporádicos problemas de memoria que incluyen recuerdos y olvidos respecto del momento en que fue atropellada y en el que murieron su padre y su hermano.
Su suegro, David Garay señaló que su yerno “era buena persona, trabajadora, se rebuscaba la vida de una forma o de otra; trabajaba en la Municipalidad los fines de semana”.