Esta familia está compuesta por Mariana, su esposo –que es albañil pero está desocupado– y tienen cuatro hijos: Érica (20), Abril (16), Nehuel (14) y Ailín (9). Según relató la mujer a La Ventana San Rafael, vivían en una casa que vendieron a muy bajo costo para mudarse allí hace cerca de diez meses, un lugar donde habían comenzado a construir ellos mismos “a pulmón”. Es un terreno ubicado en El Clavel y Giunta de Colonia Elena que desde el año 91 no tiene luz, por lo que iniciaron los trámites en Edemsa para que volviera a tener el servicio. “Cuando vinimos acá había una pilastra vieja, entonces yo fui a pedir la conexión y me dijeron que como habían pasado muchísimos años, tenía que hacer todo el trámite de vuelta. Compramos como pudimos la pilastra homologada como pedían y eso está todo en regla, vinieron de Inspección General de la Municipalidad y al otro día fui, pagué y me dieron el permiso. Eso fue el 9 de marzo. Con eso, fui a Edemsa la conexión. Me mandaron una nota diciéndome que tenía que hacer un pago de 350 mil pesos para poder conectarme, para que hicieran la obra. Les dije que no podía pagarlo, entonces Luciano Ruiz que es el encargado de Obra de Edemsa, me dijo que tenía que ir al EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico), para no pagar”, recordó y añadió que en el EPRE le tomaron la nota, le adelantaron que en dos semanas contestaría Edemsa, pero esas dos semanas se convirtieron en cinco meses. “El 24 de agosto salió el fallo del EPRE a favor de nosotros y Edemsa se tenía que hacer cargo de la obra, y la nota decía que teníamos que esperar 60 días hábiles más para que empezaran. Eso se cumplió el 16 de noviembre. Cuando yo me acerco a Edemsa para ver cuándo comenzaba la obra, me dijeron que tendría que haber comenzado el día anterior, pero que tenían que pedir un permiso a Vialidad para cortar la calle. El miércoles pasado recién vinieron de Vialidad a ver la casa y el hombre de Vialidad le dio el ‘ok’ a Edemsa para que arrancaran el lunes. Vinieron cinco obreros el martes de una empresa de Villa Atuel, hicieron un pozo de un metro por un metro, se sentaron a descansar a la sombra, a tomar mate y se fueron”, aseguró. “Les he dicho muchas veces que yo tengo cuatro hijos, estamos sin luz, no tengo nadie que me la pase y además si me la pasaran entraría en un delito. La empresa me dice que tiene 90 días hábiles para ejecutar la obra… Es seguir esperando. A nosotros nos ha costado mucho, tenemos hijos que estudian. La más grande tiene un problema en la vista, la más chiquita vive con dolor de cabeza porque alumbrarse con una vela no es lo mismo que con luz”, lamentó.
Cuestiones cotidianas como el uso de una heladera, ha sido imposible para esta familia. “Donde yo vivía antes compraba el pedido para todo el mes, carne, verdura, todo, ahora es el día a día. Cobro la Asignación Universal Por Hijo y no me alcanza porque tengo que comprar la comida del día. No puedo comprar carne por cantidad, tengo que comprar en el barrio y me sale mucho más cara. Se nos echa a perder, porque lo que hacemos al mediodía ya no sirve en la noche”, expresó. Las velas han sido su único método de iluminación, ya que han utilizado sol de noche pero al tener una sola garrafa se complica la conexión y desconexión en el intercambio con la cocina.
La razón por la que se mudaron a ese predio está vinculada a que su hija mayor es estudiante universitaria, y allí iban a estar más cerca de la ruta para el colectivo. No obstante, fue mucho más complicado por todo esto y porque los colectivos no le quedaron a mano para los hijos que van al nivel secundario.
“No nos han dicho que no vayan a hacer la obra, lo que nos han dicho es que se van a seguir demorando y lo que nosotros necesitamos es que la hagan ya”, remarcó y agregó: “Los obreros que vinieron el martes sentí que se burlaban, vinieron hicieron un pozo y se fueron. La obra no se va a ejecutar nunca si no trabajan”.
LÓGICAMENTE, LA FALTA DE TRABAJO ES UN FACTOR QUE INCREMENTA EL PROBLEMA. EL TELÉFONO DE RODRIGO ES 2604232617