La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner salió a responder un editorial del periodista Claudio Jacquelin en el diario La Nación. El analista describió lo sucedido entre la condena a 6 años dictada el martes y la suspensión por covid positivo del acto del lunes en el Centro Cultural Kirchner.
La respuesta completa de Cristina publicada en su sitio oficial y difundida en sus redes sociales.
De Hijos, Hijas y Mafias
“Esa hipótesis se refuerza cuando se incorpora la variable Florencia, su hija, la única integrante de la familia que no tiene fueros y que después de esta condena pasa a ser considerada más vulnerable judicialmente y susceptible de una condena que no la liberaría de la cárcel. Ese, cuentan en el entorno de la vicepresidenta, ha sido siempre y es el mayor desvelo de la madre”.
Lo que acabas de leer es un fragmento de la nota que bajo el título “Certezas y dudas de la contraofensiva cristinista” (sic) publica hoy el diario La Nación, en la que hasta inclusive se pone en duda que haya dado positiva de Covid: “Se permiten sospechar de la veracidad de ese diagnóstico” (sic) en fin…
El fragmento reseñado de la nota se refiere a las causas Hotesur y Los Sauces armadas por Claudio Bonadío, el juez sicario, y concluidas por Julian Ercolini, el juez mutante que devino en juez viajero. En esas causas, que el tribunal oral que intervino unificó, se dictó el sobreseimiento por inexistencia de delito.
Si un punto en común tiene la mafia y al narcotráfico, es el sicariato que se ejerce sobre los hijos y familiares de las personas que ellos decretan como enemigos. La Nación una vez más vuelve a amenazar con meter presa a Florencia, mi hija. Parece que no les bastó a los medios hegemónicos con enfermarla.
En estos días que corren en la República, ya nada ni nadie sorprende a la ciudadanía: nos acabamos de enterar de puño y letra (literalmente) a través de un chat del juez Pablo Cayssials, que la causa que dicho magistrado llevó adelante contra la procuradora fiscal Gils Carbó (ultima procuradora designada constitucionalmente) le fue solicitada por el director del diario (léase Julio César Saguier) conforme se desprende del propio texto del chat publicado en la web el pasado fin de semana:
Para desprevenidos o desinformados: la persona que aparece en dicho chat llamada Paz corresponde a una periodista del mismo diario y “su amiguito en el libro “a raíz” (en realidad es La Raíz de todos los males) se trata de otro colega que se nota que contaba con una versión diferente sobre el episodio mafioso y dramático que vivió la entonces procuradora.
Nobleza obliga a reconocer que en dicha oportunidad Julio César Saguier y La Nación no estuvieron solos en el acoso y derribo de Alejandra Gils Carbó.
Héctor Magnetto ordenó publicar en el diario Clarín el número de teléfono de una de sus dos hijas, a quienes también les habían armado una causa. Y ya que hablamos de mafias e hijos e hijas, viene al caso recordar que Gils Carbó fue la Fiscal que se opuso a la fusión de Cablevisión y Multicanal del grupo Clarín.
El fiscal de Cámara Gabriel de Vedia declaró que Pepín Rodríguez Simón (asesor presidencial de Mauricio Macri que permanece prófugo hace dos años en Uruguay) fue el encargado de hacerle saber personalmente que debía renunciar, si no quería ir presa ella y sus dos hijas. Finalmente, como es de público y notorio, la procuradora constitucional renunció.
Debo reconocer entonces que el fragmento de la nota en cuestión no nos trae ninguna originalidad, sino la simple repetición de prácticas mafiosas que, a fuerza de mantenerse impunes, siguen llevando adelante.
Hoy 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos y a 39 años de haber derrotado a la dictadura, no permitamos que a la democracia se la lleven puesta las mafias.
Fuente: Minuto Uno