María del Carmen García, se encontró con el abusador de su hija y lo prendió fuego. Tras siete años de haber violado a su hija, ella se lo encontró mientras esperaba el autobús en Benejúzar, España.
Todo transcurría con normalidad hasta que un hombre grande y corpulento se acercó a ella y le preguntó: “Buenos días, señora, ¿cómo está su hija?”. Rápidamente, García enfurecida contestó: “Maldito, maldito, eres vos”.
Allí él siguió su camino, y María del Carmen García lo siguió al hombre de 69 años que había abusado de su hija cuando ella tenía 13 años de edad.
Cuando se encontraron el hombre denominado “El Pincelito” estaba cumpliendo una pena de nueve años por dicho crimen. Sin embargo, pudo ir a la ciudad gracias a un permiso penitenciario. Su plan era tomar algo, reunirse con amigos y luego volver al centro penitenciario de Villena. Eso nunca sucedió.
Por lo que se pudo saber, María del Carmen le pidió a su hija Verónica que fuera a hacer un mandado. En ese momento Antonio Cosme Velasco, vecino de la familia, se acercó a la menor, la agarró de la camiseta, le puso una navaja en el cuello y la llevó a la fuerza a un bosque cercano.
Es por eso que en el 2005, siete años después de lo que ocurrió, García en vez de subirse al colectivo, se dirigió a su casa y buscó unos fósforos y una botella de plástico. Caminó hacia una bomba de nafta cercana, llenó el recipiente con combustible y regresó a la taberna donde estaba “El Pincelito”. Allí María del Carmen entró, el propietario del local se percató de que algo extraño ocurría y se colocó delante de la mujer de 51 años.
El hombre se corrió, y se acercó al violador de su hija, finalmente sacó la botella y lo roció de nafta por encima de la cabeza. Mientras le gritaba “para que no me olvides”, le tiró un fósforo y vio cómo el hombre empezó a arder en llamas. Luego, salió corriendo del bar.
