"Nunca quise lastimar a nadie", declaró Juan José Navarro Cádiz, el autor confeso de los disparos que terminaron con la vida del diputado Héctor Olivares y su asesor Miguel Yadón, cuando caminaban por la plaza frente al Congreso y fueron baleados. Mientras que Juan Jesús Fernández, dueño del auto desde donde su primo Navarro Cádiz efectuó los disparos, se decalró “inocente”.
Sin embargo, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 de la Capital Federal los encontró culpables del delito de “homicidio agravado por alevosía reiterado en dos ocasiones”. Navarro Cádiz, de 27, recibió una pena de 45 años de prisión, mientras que a su primo, Fernández de 44 años, se lo consideró partícipe necesario por lo que fue condenado a prisión perpetua.
Fernández declaró antes de la sentencia: “Me parece injusto que por sacar mi auto como sacaba todos los días, por salir esa noche, me quieran dar una condena perpetua. En segundo lugar, también me quieren dar una perpetua por no conocer o no saber las intenciones de las personas”, comentó en referencia a la estrategia de su defensa, que siempre fue afirmar que él fue sorprendido cuando su primo sacó un arma y comenzó a disparar por la ventanilla.
“Me siento penoso por el dolor que pasan mi familia y las familias de Olivares y Yadón. Voy a luchar por mi inocencia hasta mi último suspiro”, concluyó Fernández, que al igual que su primo, son los únicos dos acusados que están detenidos por el caso.
El caso
El crimen de Olivares (61) y Yadón (58) ocurrió el 9 de mayo de 2019, cuando el diputado radical por La Rioja y su asesor salieron a hacer su caminata matutina habitual por la plaza del Congreso Nacional.
A las 6.50, al pasar por segunda vez delante de un Volkswagen Vento estacionado detrás de un micro, sobre avenida de Mayo entre Luis Sáenz Peña y Virrey Cevallos, les efectuaron varios balazos.
Yadón cayó muerto de tres disparos -uno en cuello, otro en axila y el tercero en la pelvis-, mientras que Olivares recibió un tiro en el abdomen que lo dejó herido de gravedad y falleció tres días después.
Fuente: Télam / Nueva Ciudad