Desde Gyfer Gases indicaron que los hospitales no tienen inconvenientes con la provisión de este gas, pero los particulares no lo consiguen.
Ante el incremento de casos por la segunda ola de coronavirus, la utilización de oxígeno medicinal también registró una suba. Los revendedores advierten que hace dos semanas que no reciben entregas desde las fábricas y que la situación es crítica.
Abril ya superó los 20 mil casos por coronavirus y le pisa los talones a octubre (21.1292), mes que registró el pico en la provincia. Este incremento en los positivos repercute en la necesidad de insumos críticos para el tratamiento de la enfermedad, entre ellos el oxígeno.
“La situación es desesperante”, advirtió José Castañón, de Gyfer Gases, en relación al abastecimiento de oxígeno para los revendedores y distribuidores.
Esta empresa se dedica a la venta de todo tipo de gases, entre ellos el oxígeno para uso industrial y medicinal.
En diálogo con Opinión por LVdiez, Castañón dijo que las industrias que requieren este gas están “muy afectadas. Están todos los talleres parados, no hay siderurgia que funcione. No se puede soldar, calentar, cortar con soplete porque no hay”.
El uso medicinal, sin embargo, es el más afectado. “El particular no consigue oxígeno. Los hospitales están provistos por aspectos contractuales que tienen con las fábricas, no tienen mayores inconvenientes, les llega el suministro justo”, reconoció.
Y agregó que al resto de los revendedores y distribuidores hace dos semanas que no les envían este gas.
La empresa recibe un promedio de 15 llamados diarios de personas que necesitan oxígeno medicinal para algún familiar que puede atravesar la enfermedad en su domicilio con oxigenoterapia. Sin embargo, “existe el pedido, pero no la respuesta”.
“Siento una impotencia muy grande al tener que decir que no. No teníamos problemas en abastecer a cualquier persona que lo necesitara ya que no conseguían camas en los hospitales y los mismos médicos les decían que los tuvieran en sus casas con oxígeno. Teníamos y les dábamos, pero de la noche a la mañana empezó la carencia, la nulidad de entrega. Teníamos un back up y ya no tenemos nada”, lamentó.
Castañón reconoció que esta situación no se dio durante la primera ola de contagios, cuando minimizaron la entrega a los revendedores y tuvieron que realizar una distribución racional, pero no dejaron de abastecerlos como ocurre hoy en día.
“Hoy se producen 750 mil metros cúbicos por día y a lo mejor la demanda está pisando ya el millón de metros cúbicos por día, o sea no le va a alcanzar ni siquiera a los hospitales si seguimos así”, advirtió.
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Fuente: El Sol
