Viviana Luna desapareció el 7 de diciembre de 2016. Hoy no se cumple aniversario ni nada de aquel día. Hoy, como cada día desde el momento en el que fue vista por última vez, su hija, Ayelén Julián Luna, escribe una carta para recordarle al pueblo mendocino y a la justicia que nos falta una mujer de nuestra sociedad y que nada sabemos de ella.
“No sé sí recordarán el caso, o incluso el nombre, ya que ha pasado mucho tiempo; específicamente casi cuatro años. Es imposible de creer, han sido años muy difíciles, llenos de angustia, dolor, incertidumbre, y millones de sentimientos más. Podría, incluso, estar horas explicando cada uno de ellos y el motivo, pero no va al caso. Una vez más, a través de estas líneas, estoy haciendo visible nuestro dolor y nuestras ganas de que se resuelva el caso de mí mamá, VIVIANA LUNA. Ella es la mujer que desapareció en Potrerillos el 7 de diciembre de 2016 y hasta el día de hoy no hay pistas, rastros, ni siquiera una hipótesis que nos guíe a algo para saber qué le pasó. Lo que quiero hoy preguntar es porqué después de tanto tiempo no vuelven a llamar a declarar a todas las personas que en su momento interrogaron, quizá después de tanto tiempo se hayan acordado de algo. También podrían volver a realizar rastrillajes, que el año pasado hicieron y no sé por qué se dejaron de hacer. Sé que ha pasado mucho tiempo y es difícil. Lo entiendo pero el dolor de sus hijos y nietos, que no supimos nada más de nuestra mamá y abuela creo que también es comprensible. Mi mensaje también es para las personas que saben o escucharon algo, y por alguna razón no lo dijeron a la justicia –no declararon-, nos sería de mucha ayuda saber qué pasó con nuestra madre. La recompensa para quienes aporten datos que nos puedan ayudar en su búsqueda aumentó y actualmente está en $ 300.000.
¿Cómo se sentirían ustedes al saber que su madre un día normal fue a una entrevista de trabajo y jamás regresó?, ¿Qué harían si les dicen que su madre ‘desapareció’ de Potrerillos, un pueblo muy chico?. Si bien siempre he sostenido que la gente no desaparece, así está ante los ojos de la justicia: desaparecida. Nunca me voy a cansar de decir que si mi madre no está hoy con nosotros es porque alguien le hizo algo. Esto lo digo por el simple hecho de que sé a la perfección la clase de madre, abuela y mujer que era: nunca, jamás, por decisión de ella nos habría dejado. Lo único que quiero es saber qué pasó con mi madre y que se haga justicia. A las personas que saben algo y por algún motivo no hablan, al llegar la noche ¿no se les remueven las emociones, los sentimientos, no les da culpa? Cómo pueden vivir así…Yo estoy segura de que alguien sabe algo y pido, una vez más y hasta el cansancio, que por favor lo diga”.
Por Ayelén Julián Luna.