Sacerdotes malargüinos habrían seguido desobedeciendo a monseñor Taussig respecto de la manera de dar la comunión. Si bien no lo habrían hecho en la boca, habrían estado utilizando una metodología no aprobada por la Conferencia Episcopal Argentina, por lo que el obispo ordenó su inmediato cese mediante una Amonestación Canónica.
En este caso, llegó a La Ventana San Rafael una Amonestación Canónica enviada por monseñor Taussig a tres sacerdotes de Malargüe (Ramiro Sáenz, párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario; Alejandro Casado, párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen; y Alejandro Giner, párroco de la parroquia de San Cayetano). La misma tiene que ver con que habrían aplicado una “innovación pastoral”, que consistiría en ofrecer a cada fiel que se acerca a recibir la comunión un lienzo blanco para poner en la mano que recibe la hostia, hacer la comunión y luego descartar ese lienzo en un cesto, presuntamente para luego ser lavado o quemado, con el objeto de “cuidar” las partículas que pudieran desprenderse de la hostia recibida.
“Repruebo esta innovación y dispongo que cese de inmediato. Por el contrario, los exhorto a que la comunión sea distribuida y recibida conforme a las indicaciones de la Conferencia Episcopal Argentina”, manifestó Taussig, teniendo en cuenta que todos los sacerdotes conocen cuáles son las maneras correctas en que debe desarrollarse esta ceremonia litúrgica durante el presente tiempo de pandemia.
De seguir desobedeciendo las órdenes, el obispo diocesano adelantó que se verá “obligado a tomar medidas que puedan incluir el retiro (o la suspensión) de las licencias ministeriales”.
Aquí la Amonestación Canónica completa junto a sus fundamentos: