El decreto provincial que habilitó la reapertura de los locales gastronómicos los obliga a cerrar a las 23. Empresarios solicitaron al Ejecutivo que, al menos los fines de semana, se extienda ese límite horario.
Luego de varias semanas cerrados a causa de la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus, a partir del pasado 28 de mayo los locales gastronómicos mendocinos pudieron reabrir sus puertas y recibir nuevamente a los comensales, con estrictos protocolos sanitarios y un límite que los obliga a cerrar a las 23 horas.
Si bien esa reapertura provocó una leve reactivación, los empresarios del sector afirman que no es suficiente. Por eso ahora solicitan al Ejecutivo provincial que, al menos los fines de semana, se extienda el horario de cierre de 23 a 1.
"Actualmente tenemos que cerrar los comercios a las 23 y las quejas de los clientes son recurrentes. El mendocino no está acostumbrado a salir temprano a cenar o a tomar algo. Llega a las 21 y ya a las 23 prácticamente los tenemos que echar", dijo Fernando Barbera, titular de la Asociación Empresaria, Hotelero, Gastronómica y Afines de Mendoza (AEHGA).
"Si bien hay varios clientes que lo entienden, algunos se enojan", agregó el empresario. "Otros en cambio nos preguntan si el virus aparece a las 23.15 y por eso tenemos que cerrar a las 23", ejemplificó entre risas. Más allá de la anécdota, el titular de AEHGA aseguró que "sería muy bueno" extender el horario cierre porque permitiría que la gente consuma más y los números fueran diferentes para los comercios.
"Los restaurantes y bares están funcionando bien, pero al 50% de la capacidad de los locales, de acuerdo a lo que establece el decreto nacional. Hoy no tenemos ganancias, sólo estamos achicando las pérdidas", sentenció.
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