El presidente Alberto Fernández demostró su insatisfacción por el caos en las entidades crediticias que este viernes reabrieron sus puertas para pagar jubilaciones y la AUH.
El presidente Alberto Fernández dejó en evidencia su enojo este viernes al ver lo desprolijo que había sido el operativo de reapertura de los bancos, sólo para el pago de las jubilaciones y de la Asignación Universal por Hijos (AUH).
Es que la postal del caos se repitió en cada ciudad del país, donde cientos de ancianos, mujeres con niños se agolparon en las puertas de las entidades crediticias para obtener sus beneficios.
Para el mandatario literalmente se rompió la cuarentena y se puso en riesgo a miles de personas de contraer el coronavirus, según consignaron fuentes cercanas al presidente a Clarín y a Infobae.
Fernández, en su decisión de extender la cuarentena, había manifestado que la medida del asilamiento obligatorio estaba dando sus resultados y por eso, fue que lo prorrogó hasta el próximo 12 de abril.
Frente al improvisado operativo, el propio presidente se habría comunicado con Miguel Pesce, titular del Banco Central para dar una solución y que los bancos atendieran este sábado y domingo, con el objetivo de descomprimir la demanda.
Desde la mirada presidencial, frente al escándalo de miles de jubilados pasando frío y haciendo cola para cobrar, Alejandro Vanoli es el mayor responsable político y administrativo. Ya se sabía que más de 11 millones de personas se habían inscripto para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) hizo muy poco para resolver una crisis que estaba anunciada.
Hasta el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, pidió la renuncia de Vanoli, apuntándolo como el responsable del bochorno de este viernes.
Pesce habló por teléfono con Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, que durante días y días se negó a que abrieran las sucursales en medio de la pandemia y le informó la decisión que se había tomado frente al gran papelón de esta mañana.
El presidente Alberto Fernández dejó en evidencia su enojo este viernes al ver lo desprolijo que había sido el operativo de reapertura de los bancos, sólo para el pago de las jubilaciones y de la Asignación Universal por Hijos (AUH).
Es que la postal del caos se repitió en cada ciudad del país, donde cientos de ancianos, mujeres con niños se agolparon en las puertas de las entidades crediticias para obtener sus beneficios.
Para el mandatario literalmente se rompió la cuarentena y se puso en riesgo a miles de personas de contraer el coronavirus, según consignaron fuentes cercanas al presidente a Clarín y a Infobae.
Fernández, en su decisión de extender la cuarentena, había manifestado que la medida del asilamiento obligatorio estaba dando sus resultados y por eso, fue que lo prorrogó hasta el próximo 12 de abril.
Frente al improvisado operativo, el propio presidente se habría comunicado con Miguel Pesce, titular del Banco Central para dar una solución y que los bancos atendieran este sábado y domingo, con el objetivo de descomprimir la demanda.
Desde la mirada presidencial, frente al escándalo de miles de jubilados pasando frío y haciendo cola para cobrar, Alejandro Vanoli es el mayor responsable político y administrativo. Ya se sabía que más de 11 millones de personas se habían inscripto para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) hizo muy poco para resolver una crisis que estaba anunciada.
Hasta el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, pidió la renuncia de Vanoli, apuntándolo como el responsable del bochorno de este viernes.
Pesce habló por teléfono con Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, que durante días y días se negó a que abrieran las sucursales en medio de la pandemia y le informó la decisión que se había tomado frente al gran papelón de esta mañana.
Fuente: Infobae, Clarín
