“Yo sí puedo” es un programa cubano de alfabetización existente desde el 2015 preparado especialmente para nuestro país, en el que se trabaja con un sistema audio-visual. Se pasa de lo conocido –como son los números– al alfabeto (cada número significa una letra). Por ejemplo, el número 1 es la “A”, el 2 es la “B”, etcétera.
Cecilia Arias, coordinadora del programa explicó que trabajan en coordinación con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). El mismo consta de un relevamiento que permite facilitar la implementación del mismo. Las personas que deseen alfabetizarse, pueden desarrollar “Yo sí puedo” en sus casas o en lugares como iglesias evangélicas, merenderos, centros de adultos, los Centros Integradores Universitarios, en delegaciones barriales, centros de salud, etcétera.
Los “profesores” son voluntarios que se suman al programa, entre los que hay docentes jubilados, estudiantes de diferentes carreras, personas que simplemente, quieren ayudar. Esto es muy bueno desde el punto de vista de “dar el ejemplo”, tanto por parte de quien se suma como voluntario para ayudar al otro, como de quien decide –sin importar la edad– aprender a leer y escribir, y por qué no, más tarde llevar adelante sus estudios primarios, secundarios, etcétera.
Quien desee sumarse como voluntario, puede inscribirse de lunes a viernes de 8 a 12.30 o de 16 a 18 en el Área de Educación, en calle Buenos Aires 763, o en el departamento estudiantil y universitario de la UTN. Los requisitos son: saber leer y escribir y tener compromiso. Se les da una capacitación previa y más tarde se les entrega un certificado que acredita que fueron voluntarios del programa.
Cecilia Arias, coordinadora del programa explicó que trabajan en coordinación con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). El mismo consta de un relevamiento que permite facilitar la implementación del mismo. Las personas que deseen alfabetizarse, pueden desarrollar “Yo sí puedo” en sus casas o en lugares como iglesias evangélicas, merenderos, centros de adultos, los Centros Integradores Universitarios, en delegaciones barriales, centros de salud, etcétera.
Los “profesores” son voluntarios que se suman al programa, entre los que hay docentes jubilados, estudiantes de diferentes carreras, personas que simplemente, quieren ayudar. Esto es muy bueno desde el punto de vista de “dar el ejemplo”, tanto por parte de quien se suma como voluntario para ayudar al otro, como de quien decide –sin importar la edad– aprender a leer y escribir, y por qué no, más tarde llevar adelante sus estudios primarios, secundarios, etcétera.
Quien desee sumarse como voluntario, puede inscribirse de lunes a viernes de 8 a 12.30 o de 16 a 18 en el Área de Educación, en calle Buenos Aires 763, o en el departamento estudiantil y universitario de la UTN. Los requisitos son: saber leer y escribir y tener compromiso. Se les da una capacitación previa y más tarde se les entrega un certificado que acredita que fueron voluntarios del programa.