Ante la cercanía de las fiestas, un conjunto de madres de niños con distintos tipos de autismo, están llevando adelante la campaña “Mamás azules”, teniendo en cuenta que el azul es el color distintivo del autismo. Buscan concientizar sobre la negatividad de la pirotécnica y además, generar empatía con la sociedad.
Uno de los objetivos que poseen es juntar juguetes para que sean llevados luego a un comedor. “Los juguetes son algo muy simbólico para nosotras, porque si bien no pasa en todos los casos, muchos chicos con autismo no juegan con juguetes, los ordenan, los ponen en fila, pero no juegan. Entonces qué mejor que dárselos a otro niño y empatizar un poco”, dijo y añadió que además de juguetes, están recolectando ropa, alimentos no perecederos, tazas, vasos, libros y colores.
Por otra parte buscan generar conciencia, ya que si bien la Ordenanza municipal 12.993 prohíbe la venta y el uso de pirotecnia, a mucha gente no le importa y sigue haciendo uso de esos elementos que tan nocivos son para los chicos con autismo, los adultos mayores y los animales. “Muchos de estos niños –como mi hijo– tienen hipersensibilidad auditiva, escuchan 10 veces más que nosotros, lo que provoca crisis. Las crisis son llantos, alteración, se golpean, golpean al otro... La verdad es que es algo muy feo ver un hijo en crisis y es una sensación horrible el no saber cuándo van a terminar. Las mamás tratamos por instinto de calmarlos, yo le doy un baño a mi hijo, le canto, le hago masajes. Pero tampoco tenés cómo prevenir, porque no se sabe cuándo va a explotar otro”, relató.
Aclaró que en las viviendas donde haya colocado en la puerta algo de color azul, está presente (o vive allí) una persona con autismo, un adulto mayor o una mascota que sufre con la pirotecnia. Debería servir de advertencia a quien vaya a usar pirotecnia.
El merendero donde piden que se lleven los elementos donados está en Beltrán 517 (de 9 a 11) o si alguien lo desea, puede comunicarse con Andrea, una de sus responsables al 2604516245.
Uno de los objetivos que poseen es juntar juguetes para que sean llevados luego a un comedor. “Los juguetes son algo muy simbólico para nosotras, porque si bien no pasa en todos los casos, muchos chicos con autismo no juegan con juguetes, los ordenan, los ponen en fila, pero no juegan. Entonces qué mejor que dárselos a otro niño y empatizar un poco”, dijo y añadió que además de juguetes, están recolectando ropa, alimentos no perecederos, tazas, vasos, libros y colores.
Por otra parte buscan generar conciencia, ya que si bien la Ordenanza municipal 12.993 prohíbe la venta y el uso de pirotecnia, a mucha gente no le importa y sigue haciendo uso de esos elementos que tan nocivos son para los chicos con autismo, los adultos mayores y los animales. “Muchos de estos niños –como mi hijo– tienen hipersensibilidad auditiva, escuchan 10 veces más que nosotros, lo que provoca crisis. Las crisis son llantos, alteración, se golpean, golpean al otro... La verdad es que es algo muy feo ver un hijo en crisis y es una sensación horrible el no saber cuándo van a terminar. Las mamás tratamos por instinto de calmarlos, yo le doy un baño a mi hijo, le canto, le hago masajes. Pero tampoco tenés cómo prevenir, porque no se sabe cuándo va a explotar otro”, relató.
Aclaró que en las viviendas donde haya colocado en la puerta algo de color azul, está presente (o vive allí) una persona con autismo, un adulto mayor o una mascota que sufre con la pirotecnia. Debería servir de advertencia a quien vaya a usar pirotecnia.
El merendero donde piden que se lleven los elementos donados está en Beltrán 517 (de 9 a 11) o si alguien lo desea, puede comunicarse con Andrea, una de sus responsables al 2604516245.
