El Gobernador reconoció el trabajo de los penitenciarios de la provincia en un acto frente a la Casa de Gobierno. Subrayó que "no hay nada más efectivo que restringir la libertad de las personas que cometen delitos".
En el día del agente penitenciario, el gobernador Alfredo Cornejo encabezó un acto en reconocimiento de su labor en la explanada frente a Casa de Gobierno y desde allí ratificó su política de "mano dura" con el delincuente. "Los mendocinos necesitan vivir en paz y en armonía y tenemos la obligación, el deber y el derecho de brindar correctamente el servicio de seguridad. En este sentido, no se ha inventado nada nuevo, no hay nada más efectivo que restringir la libertad de las personas que cometen delitos", remarcó el jefe del Ejecutivo.
Desde esa posición, aseveró que "mi gobierno está apoyando el sistema penitenciario como nunca". En esa línea se refirió a la construcción de nuevos centros de encierro y a la refacción de los ya existentes. Asimismo, apuntó como logros las sucesivas reformas hechas a los códigos procesales de la provincia: "Hoy, como nunca, estamos modificando los códigos de procedimientos, cuidando al policía y al sistema penitenciario. Hoy, como nunca, se va a invertir en dos cárceles que agrandan muchísimo nuestra capacidad operativa para la resocialización del delincuente. Hoy, como nunca, se le está pidiendo al Poder Judicial que se cumpla con las leyes y que sea severo con quien infringe la Ley. Hoy, además, le damos la posibilidad a más gente a sumarse al sistema penitenciario con todo lo que ello implica, empleo en blanco y digno".
Punto seguido, reconoció que con meter preso a alguien no se soluciona al cien por ciento el problema de la inseguridad, por lo que aprovechó la ocasión para hacer énfasis en la necesidad de trabajar por la resocialización del presidiario: "Sabemos también que restringir la libertad no es garantía de que, de recuperarla luego, no vaya a cometer delitos. Por eso, también, es función sustantiva del Estado que se trabaje para la resocialización y que su vuelta a la libertad sea beneficioso para la sociedad toda y no un perjuicio".
En este marco, y dirigiéndose a los penitenciarios presentes en el acto, pidió redoblar esfuerzos. "Notamos una mejoría sustantiva en el último año y estamos agradecidos pero sabemos que podemos hacer mejor las cosas nosotros como gobierno y ustedes como profesionales del sistema penitenciario. Los insto a seguir haciendo el esfuerzo de progreso de Mendoza y por tener un mejor servicio penitenciario".
De este modo, Cornejo ratificó su política de "mano dura" con los delincuentes y lo hizo luego de que el Ministerio de Seguridad de la Nación difundiera estadísticas criminales que ubican a Mendoza entre una de las provincias más inseguras del país.
En el día del agente penitenciario, el gobernador Alfredo Cornejo encabezó un acto en reconocimiento de su labor en la explanada frente a Casa de Gobierno y desde allí ratificó su política de "mano dura" con el delincuente. "Los mendocinos necesitan vivir en paz y en armonía y tenemos la obligación, el deber y el derecho de brindar correctamente el servicio de seguridad. En este sentido, no se ha inventado nada nuevo, no hay nada más efectivo que restringir la libertad de las personas que cometen delitos", remarcó el jefe del Ejecutivo.
Desde esa posición, aseveró que "mi gobierno está apoyando el sistema penitenciario como nunca". En esa línea se refirió a la construcción de nuevos centros de encierro y a la refacción de los ya existentes. Asimismo, apuntó como logros las sucesivas reformas hechas a los códigos procesales de la provincia: "Hoy, como nunca, estamos modificando los códigos de procedimientos, cuidando al policía y al sistema penitenciario. Hoy, como nunca, se va a invertir en dos cárceles que agrandan muchísimo nuestra capacidad operativa para la resocialización del delincuente. Hoy, como nunca, se le está pidiendo al Poder Judicial que se cumpla con las leyes y que sea severo con quien infringe la Ley. Hoy, además, le damos la posibilidad a más gente a sumarse al sistema penitenciario con todo lo que ello implica, empleo en blanco y digno".
Punto seguido, reconoció que con meter preso a alguien no se soluciona al cien por ciento el problema de la inseguridad, por lo que aprovechó la ocasión para hacer énfasis en la necesidad de trabajar por la resocialización del presidiario: "Sabemos también que restringir la libertad no es garantía de que, de recuperarla luego, no vaya a cometer delitos. Por eso, también, es función sustantiva del Estado que se trabaje para la resocialización y que su vuelta a la libertad sea beneficioso para la sociedad toda y no un perjuicio".
En este marco, y dirigiéndose a los penitenciarios presentes en el acto, pidió redoblar esfuerzos. "Notamos una mejoría sustantiva en el último año y estamos agradecidos pero sabemos que podemos hacer mejor las cosas nosotros como gobierno y ustedes como profesionales del sistema penitenciario. Los insto a seguir haciendo el esfuerzo de progreso de Mendoza y por tener un mejor servicio penitenciario".
De este modo, Cornejo ratificó su política de "mano dura" con los delincuentes y lo hizo luego de que el Ministerio de Seguridad de la Nación difundiera estadísticas criminales que ubican a Mendoza entre una de las provincias más inseguras del país.