Con el objetivo
de crear conciencia sobre esta enfermedad y fomentar los estilos de vida
saludables para su prevención.
El
Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, con motivo de celebrarse
el 17 de Mayo el Día Internacional de la Hipertensión Arterial, promueve
la incorporación de hábitos saludables y los controles periódicos.
La
hipertensión arterial es considerada un factor de riesgo que
puede producir complicaciones cardiovasculares importantes. Por ello en el
marco del Día Mundial de la Hipertensión, que tiene lugar cada 17 de mayo,
la cartera sanitaria insta a chequear la presión arterial para
prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares.
El
objetivo de dicha celebración es el de concientizar a la población sobre
el por qué es importante prevenir la presión arterial alta y cómo evitar
que ésta afecte la calidad de vida.
La
hipertensión arterial es una enfermedad denominada silenciosa, ya que no
presenta síntomas específicos que hagan suponer su presencia por ello es
muy importante controlarla.
Se
puede prevenir o puede ser pospuesta a través de un grupo de
intervenciones preventivas, entre las que se destacan la disminución del
consumo de sal, una dieta rica en frutas y verduras, el ejercicio físico y
el mantenimiento de un peso corporal saludable.
En
Mendoza la prevalencia de la hipertensión arterial es de 30.2% de
la población adulta según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo
del 2013. Durante la realización de la Asamblea Mundial de la Salud en
2013, la OMS fijó como objetivo reducir la prevalencia en un 25% para
el año 2025, poniendo énfasis en una mayor atención al control de esta
enfermedad.
Un factor de
riesgo
La
hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir
enfermedad cardiovascular. Cada año ocurren 1.6 millones de muertes por
enfermedades cardiovasculares en la región de las Américas, de las cuales
alrededor de medio millón son personas menores de 70 años, considerándose
éstas, muertes prematuras y evitables.
Afecta
entre el 20-40% de la población adulta de la región y significa que en las
Américas alrededor de 250 millones de personas padecen de presión alta,
según datos de la organización internacional.