Mientras
autoridades, empleados, sindicalistas, periodistas y legisladores realizaban un
recorrido del paseo, descubrieron una cría de cabra fue encontrada sin vida y
los gremialistas explotaron. Hubo gritos, pedidos de renuncia y denuncias en
Fiscalía de Estado.
El
zoológico de Mendoza está en boca de todo el país y grupos ambientalistas de
cada rincón del planeta por la seguidilla de muertes que suscitaron en los
últimos días y las condiciones de hacinamiento que padecen los animales que
residen en el paseo.
Esta
mañana se encontraron en el establecimiento del Cerro La Gloria trabajadores,
sindicalistas, legisladores del Frente Para la Victoria y el FIT, periodistas y
las autoridades del Zoo. Mientras se realizaba un recorrido por el lugar, en
uno de los recintos se halló una cría de cabra muerto y los gremialistas
explotaron contra la funcionaria.
Raquel
Blas, de ATE, fue la más efusiva. Increpó a la directora Mariana Caram y le
exigió respuestas respecto a la falta de obras, pese a un pedido por escrito de
los trabajadores realizado en enero, y en cuanto adónde se destinaron los
fondos que llegaron cuando se declaró la emergencia ambiental. Los diputados
afirman que el Gobierno otorgó $3 millones y no se realizaron reparaciones de
ningún tipo. Además, la secretaria sindical le achacó que desligue
responsabilidades y culpe a los trabajadores por la grave situación.
La
directora suspendió la conferencia y se retiró intempestivamente, mientras
llovían los insultos de empleados y gremialistas. Los legisladores, por su
parte, exigieron su renuncia, así como la del Secretario de Ambiente y
Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance, que por estas horas se encuentra
en Corea del Sur cumpliendo con compromisos de su agenda.
Asimismo,
presentaron una denuncia en Fiscalía de Estado para que investigue si existe
delito por el “estado de abandono y desidia, y la incapacidad de los
funcionarios de administrar el zoológico”, según indicó Alejandro Viadana.
Además, deslizan que hay una intención política del oficialismo para que se
cierre el establecimiento por intereses económicos ante la venta de los
animales.
“Es
una eutanasia”, denunció por su parte Héctor Fresina, del FIT, quien no dudó en
afirmar que las autoridades “están dejando morir” a los especímenes “bajo la
excusa de que se apruebe una ley” (de Ecoparque).
Tanto
legisladores como cuidadores y veterinarios, afirman que no se cumplió con
ninguno de los pedidos y recomendaciones que elevaron en enero y que hoy afecta
directamente a los animales, que deben caminar en una mezcla de lodo y heces,
en la cual tampoco pueden arrojar el alimento balanceado, porque se pierde
entre pisadas y barro. Además de la cabrita, esta mañana fallecieron otros
cinco animales, entre ellos un puma.
Caram
se encerró en su despacho y descartó presentar su renuncia. Afirmó que en 2015
se produjeron 390 muertes y el Gobierno de Pérez lo ocultó, pese a sus
denuncias. Admite que las condiciones de los residentes no son las adecuadas
pero remarca que el flagelo se mantiene desde “hace 20 años”, insistiendo con
la transformación a Ecoparque.
Entre
tanta pelea y versiones cruzadas, los animales continúan pasando frío, hambre y
pésimas condiciones, que provoca su muerte.
Fuente: Jornada