“Una mujer pehuenche: Cacica María Josefa Roco”
Después de dos años,
finalmente María Elena Izuel presentará la segunda parte de su libro sobre
María Josefa Roco. Se realizará hoy a partir de las 20 hs, en el Aula Magna de
la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria. En esta segunda parte, la
influencia de la Cacica para la fundación del fuerte, su relación con
personalidades influyentes de la época como el Virrey Sobremonte, Belgrano, San
Martín.
María Elena explicó que surgieron
varios inconvenientes para finalizarlo. “Aparte de mi salud, tuve que
reescribir muchas partes del libro porque aparecieron documentos que no
conocía. Yo la había matado, por así decirlo, a María Josefa Roco, porque no había
encontrado documentación a partir de 1823 y resulta que un día en el archivo
apareció uno de 1829 en la que ella aún vivía. Tuve que reescribir todas esas
etapas.”
Cuenta María Elena
que escribió el libro todo junto. “Si bien se ha editado en dos partes, cuando
lo llevo al editor me dijo que un libro de 1500 páginas nadie lo lee. Entonces,
lo partí en dos.”
La primera parte se
refiere al origen de la Cacica María Josefa Roco, su nacimiento, y luego cuando
es tomada prisionera y llevada a Mendoza.
“Allí se descubre
cómo la Cacica Roco se fue adaptando, aprendiendo el idioma, cómo aceptó el
agua de bautismo como católica, y luego influyó en su población para que
también lo aceptara. En la época cuando la dejan en libertad y se casa finaliza
la primera etapa del libro.”
La segunda parte
comienza cuando ella se dirige a la zona de los Pehuenes con su esposo,
originario de Neuquén. Lo que más se destaca es su relación con la fundación
del Fuerte San Rafael del Diamante, y sus amistades influyentes.
“Ella, en 1804, cuando se entera que
Sobremonte ha sido asignado Virrey del Río de la Plata a quien conocía desde
que estuvo en Mendoza, decide irse a Buenos Aires a pedirle que funde un fuerte
en las márgenes del Diamante para que cesaran las luchas entre pehuenches y
puelches, no indios con blancos, porque eso ya estaba solucionado. El problema
era el otro enfrentamiento entre aborígenes porque además eran muy
sanguinarios.”
María Josefa emprende el viaje, muy
sacrificado por cierto porque había que hacerlo a lomo de caballo, y no había
caminos, incluso muy pocas postas y en las que prefería no quedarse.
Probablemente en los últimos días de setiembre llega a Buenos Aires y es
alojada en la casa virreinal, lo cual indica que era una persona de mucha
sabiduría ya que el Virrey no iba a alojar a cualquiera. Allí se queda tres
meses.
El 3 de octubre el Virrey la envía al
Consulado, siendo recibida por el entonces secretario, Manuel Belgrano.
Regresa, se funda el Fuerte y vive en ese lugar.
Después viene la época de San Martín,
de quien también es amiga.
La historia de San Rafael es rica y
muy apasionante. María Elena Izuel la presenta con un gran trabajo de
investigación e imágenes.