El 2,5% de los alumnos “desaparece” del
sistema educativo sin que se sepan las razones. Creen que por el sinceramiento
de los números y la pobreza, podría haber más adolescentes fuera del sistema.
Cada año, cerca de 2000 adolescentes
abandonan las escuelas secundarias de Mendoza sin que queden rastros de lo que
hicieron. La DGE los considera como “salidos sin pase”, pero en realidad ignora
su situación. El problema es que creen que este año, con el sinceramiento del
sistema y la crisis social latente, la deserción puede aumentar. La pobreza y
la falta de acceso a la conectividad digital aumentan la brecha y temen que el
endurecimiento del régimen de asistencias ensanche el margen.
En los últimos 5 años, un promedio del
2,5% de los alumnos que inician las clases en marzo en el secundario (unos 64
mil alumnos), no llega a diciembre. Así lo indican las estadísticas anuales
elaboradas por la DGE en base a los informes de asistencia comprendidos entre
2011 a 2015. El director general Jaime Correas manifestó su preocupación a Diario
Vox y reconoció que “el mayor temor es que no sabemos dónde están ni
en qué tramo se perdieron”.
Corres aseguró que el panorama a futuro
todavía es menos alentador. “Sabíamos que cuando empecemos a blanquear el
sistema de asistencias, estos números se van a disparar aún más”, advirtió y
recordó que “antes se ocultaban estas carencias confeccionando registros de
chicos con 80 faltas, algo que es imposible de mantener, ya que alguien que
faltó tantas veces, en realidad nunca fue un alumno regular”.
Según datos oficiales, uno de cada tres
alumnos que cursaron durante 2015 los tres últimos años del ciclo orientado
repitió. Si se sigue una misma cohorte de alumnos, solo 1 de cada 3 se gradúa
del secundario en término.
Más pobreza y desigualdad
El contexto socio-económico no ayuda.
Con el relevamiento de la UNICEF, que evidencia que cuatro millones de niños y
adolescentes son pobres, la situación se vuelve más compleja. Correas lo
reconoce y apunta a una mayor transparencia del sistema y la entra en juego de
otros organismos. “Al tratarse de una situación que nos desborda, vamos a tener
que recurrir al Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes para iniciar
acciones en común para asistir a los niños y adolescentes”, comentó.
Correas insiste en la intervención de la
DINAF en los casos de vulneración de derechos. “Nos hemos encontrados con que
las AUH son cobradas por un padre y en realidad es la abuela quien se ocupa de
los niños, por eso Desarrollo Social tiene que intervenir para garantizar al
adulto responsable que cuente con los medios para mandarlos a la escuela”,
reiteró Correas.
Otro punto a evaluar será el propio
sistema de escolaridad virtual, para el que serán destinados todos aquellos que
se queden en situación condicional por problemas de disciplina e inasistencias.
“Hoy por hoy tenemos grandes problemas de conectividad que todavía se tienen
que resolver. Sabemos que muchas de las netbooks del plan Conectar Igualdad no
están operativas y eso dificulta la integración digital”, reconoce Correas.
Fuente: VOX